Cascos rojos y ropas de piloto: el mundo de la F1 y miles de admiradores de Niki Lauda comenzaron este miércoles a decir adiós al triple campeón del mundo austríaco fallecido el 20 de mayo con 70 años, en un homenaje público en la catedral San Esteban de Viena.
El piloto británico Lewis Hamilton y el conjunto de la escudería Mercedes, en la que Lauda era vicepresidente no ejecutivo, están entre las numerosas personalidades esperadas en el funeral.
Antes de la misa, que contaba con 300 invitados de honor, la catedral abrió sus puertas al gran público, para todos los que quisieran rendirle un último homenaje.
Hacia las 08h00 locales (06h00 GMT), el féretro fue colocado en el coro del vasto edificio gótico tras llegar al centro de Viena escoltado por motos de policía.
El casco rojo de Lauda, con su nombre, fue depositado sobre el féretro, sobre el que había también una combinación del piloto.
Bajo una fuerte lluvia, varios miles de personas hicieron cola para estar cerca del féretro.
Roland, de 41 años, afirma que Lauda fue “un ejemplo para Austria”, ya que el triple campeón del mundo, pese a las secuelas de su dramático accidente de 1976, “no se quejaba nunca”.
– Colas en la Catedral –
“Me crucé con él varias veces en el centro de Viena. Siempre era muy amistoso. Es normal rendirle un último homenaje. Se le tildaba de avaro, pero yo sé que sin hacer ruido ofreció muchas donaciones”, confió Suzanne Scheffler, una jubilada.
“Un muy gran corazón”, también destacó el cura de la catedral, Toni Faber.
Imre Varga, de 63 años, hizo el desplazamiento desde Hungría para homenajear al que “adoraba como a un dios”: “en la época del Telón de Acero, siempre fue un modelo para nosotros. En el oeste de Hungría, teníamos la suerte de recibir la televisión austríaca y lo veíamos como alguien inaccesible, lo adorábamos”.
“Tschüss (hasta luego) Lauda”, lanza una mujer, tras pasar cerca del féretro.
Durante la ceremonia estaba previsto que suenen algunas de las canciones favoritas de Lauda, como “Amazing Grace”, “Fast Car” de Tracy Chapman, “Imagine” de John Lennon y “Hero” de Family of the Year.
Entre las personas que dedicarán palabras a la figura de Lauda figuran el presidente de la República, Alexander Van der Bellen, los expilotos Alain Prost y Gerhard Berger, y el actor Arnold Schwarzenegger.
La leyenda de la Fórmula 1 e ídolo en el país centroeuropeo será enterrado en una ceremonia íntima en un lugar que se mantendrá en secreto, anunció la familia.
Padre de dos hijos ya mayores nacidos de un primer matrimonio, Lauda tuvo gemelos en 2009 con su segunda esposa, Birgit Wetzinger.
La ciudad de Viena propuso que el piloto, que sobrevivió a un grave accidente en el circuito de Nürburgring en 1976, fuese enterrado en el principal cementerio de la capital, donde reposan los restos de otros austriacos ilustres como Franz Schubert y Johann Strauss.
Lauda falleció el 20 de mayo en el Hospital Universitario de Zúrich (Suiza), nueve meses después de haber recibido un trasplante de pulmón, del que se había recuperado con dificultades.
– Diversos homenajes –
Su muerte provocó una avalancha de homenajes en la Fórmula 1, donde Lauda había continuado siendo una figura central después de su retirada a mediados de los años 1980.
El austriaco ocupaba desde 2012 el puesto de presidente no ejecutivo de Mercedes y fue clave para que Lewis Hamilton abandonara McLaren y fichara por la marca alemana, con la que ha ganado cuatro mundiales.
El expiloto austriaco fue homenajeado este fin de semana durante el Gran Premio de Mónaco, con un emotivo minuto de silencio antes de la carrera. El ganador, Lewis Hamilton, mostró el casco de Lauda para dedicarle el triunfo.
Lauda corrió cuatro años para Ferrari, entre 1974 y 1977, proclamándose campeón en 1975 y 1977. Logró un tercer título mundial en 1984 (McLaren).
Precisamente fue al volante de un Ferrari cuando sufrió el accidente que casi le cuesta la vida en 1976, cuando quedó atrapado dentro del monoplaza en llamas, del que tuvieron que sacarlo algunos rivales.
Aquellas imágenes dieron la vuelta al mundo y contribuyeron a forjar su leyenda.
Lauda también destacó como un avispado empresario, fundando varias compañías aéreas, entre ellas la que llevaba su nombre y que el año pasado vendió a la irlandesa Ryanair.