El equipo Volkswagen y su hombre fuerte, Sébastien Ogier, han culminado su primera temporada de coalición en la categoría reina del Mundial de Rallyes
Noveno triunfo del año para ‘Seb’, que ha ganado por vez primera en Gales, sumando, además, junto a su compañero Latvala, el segundo doblete consecutivo para su equipo. Neuville se ha despedido de M-Sport desde el podio, asegurando así el subcampeonato mundial.
El equipo Volkswagen y su hombre fuerte, Sébastien Ogier, han culminado su primera temporada de coalición en la categoría reina del Mundial de Rallyes repitiendo la misma ceremonia que han venido desarrollando en la gran mayoría de los rallyes de este año: descorchando el champán del podio. O lo que es lo mismo: ganando.
Dos años después de finiquitar en la Gran Bretaña su trayectoria en el equipo Citroën, el piloto francés ha regresado a este rallye para rematar a lo Campeón, con una nueva victoria -la novena que consigue ‘Seb’ este año-, una campaña intachable, ejemplar, se mire por donde se mire, en la que se ha consagrado como ese nuevo jerarca del Mundial, que algunos se atrevían ya a vaticinar hace ahora un lustro, cuando, poco después de proclamarse Campeón del Mundo Júnior, marcó su primer scratch absoluto en su debut con un WRC -un C4 de la FFSA-, precisamente, aquí, en los embarradas pistas de la campiña galesa.
Ogier ha ganado por primera vez un rallye como el de Gran Bretaña con suma facilidad. Lo ha hecho, además, por delante de su compañero Latvala, quien ha rubricado el segundo doblete consecutivo para Volkswagen, cuajando una soberbia actuación en una de sus pruebas talismán, que, sin embargo, no ha sido suficiente para arrebatarle el subcampeonato a Neuville.
Via WRC.com
