Una de las claves que llevaron a Valentino Rossi a estar hasta la última carrera del pasado curso peleando por el mundial, era su progresión de menos a más en las carreras, un factor que este año ha cambiado. De momento.
El multicampeón italiano destacó la pasada temporada por ser un verdadero ‘animal’ de carreras. Empezaba mal los entrenamientos, iba de menos a más y en las carreras se crecía, incluso mejorando su ritmo y llegando al final de las mismas mejor que sus rivales. Eso le mantuvo, permanentemente, en el podio durante todo el año, protagonizando algunas remontadas célebres.
En Qatar y Argentina, las dos primeras fechas del calentario 2016, las cosas se han girado para el italiano. En Losail estuvo en el grupo de cabeza, pero no pudo atacar ni una sola vez a los de delante, aprovechando la caída de Andrea Iannone para ser cuarto.
En Termas, lucho durante muchas vueltas por la victoria, pero tras el cambio de moto bajó sus prestaciones y al final de la carrera le adelantaron Maverick Viñales, Andrea Dovizioso y el propio Iannone. Mack se fue al suelo, ‘Maniac’ tiró a Dovi y él mismo cayó, el resultado es que Rossi se encontró con un segundo puesto inesperado. Pero eso no le aparta de la realidad.
Mejorar el compromiso entre la moto y el neumático
“No estoy siendo fuerte este año en las últimas vueltas de las carreras, por lo que tenemos que mejorar la puesta a punto de la moto con los nuevos neumáticos”, para ganar en ese aspecto.
“Estoy contento de volver a Texas y a un circuito como el de Austin, donde deberemos poner muchas atención ya que es crucial entender rápidamente como trabajan aquí las motos con los nuevos neumáticos y la electrónica. Será importante el trabajo en la pista”, durante los entrenamientos, señala el doctor.
Valentino admite que “históricamente es un circuito difícil para nosotros y para Yamaha, pero el pasado año pude llegar al podio por lo que voy a tratar de conseguirlo también esta vez”, sentenciaba el italiano.
Vía MotorSport
