Porsche vence en el drama de La Sarthe en una carrera en la que uno de los autos de la marca de Stuttgart adelantó al Toyota que lideraba a falta de tres minutos para cruzar la línea de meta. La marca nipona ha mandado con mano de hierro durante más de veinte horas en Le Mans, pero la fiabilidad ha fallado en el último momento.
Las 24 Horas de Le Mans 2016 no pasarán a la historia por ser una carrera llena de incidentes, autos de seguridad ni banderas amarillas, ni tampoco por ser la edición en la que un gigante como Toyota lograba su primera victoria en la joya de la corona del Mundial de Resistencia, a pesar de que liderase con mano de hierro a falta de tres minutos para el final. Todo estaba saliendo bien, por fin, al fabricante nipón, pero la fiabilidad falló a falta de unos minutos para ver la bandera a cuadros. Porsche vence en el drama de La Sarthe.
Las 24 Horas de Le Mans comenzaron a las 15:00h del sábado con polémica por coincidir con ella la clasificación del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 y con mucha lluvia cayendo sobre la pista. De hecho, esto fue lo que provocó que se tuviese que tomar la salida detrás del auto de seguridad… una decisión que en un principio fue aceptada pero luego fue criticada, ya que la pista se secó y aún así el safety car continuó en pista hasta cincuenta minutos después de que Brad Pitt diese el banderazo de salida.
Desde entonces la carrera fue una intensa lucha al frente. Hubo numerosos adelantamientos en la parte delantera de la carrera. Los dos Porsche se colocaron en los primeros lugares y tras ellos se colocaron los dos Toyota, mientras que los Audi empezaban a sufrir, primero con el Audi #7, que tuvo un problema en el turbo y debió encerrarse en boxes.
A pesar de la rapidez de los mecánicos en el box (20 minutos) para subsanar el fallo técnico, el R18 no logró conseguir el ritmo para pelear con el resto de autos, tampoco con el Audi #8, que llegada la tarde también debió pasar por reparaciones dentro del box. Así, se borraron de la pelea por la victoria y, más tarde, por la del podio. Debido a los problemas y abandonos de los autos privados Rebellion y ByKolles, se mantuvieron en pista tras los LMP1 que lideraban la carrera.
Fue el auto número 1 el que se colocó en cabeza en la tarde del sábado, con Brendon Hartley primero al mando por delante de su compañero, el Porsche #2 y de los Toyota. Los autos de la marca nipona lograron alargar las paradas en boxes, entrando más tarde, hasta llegar a ahorrar un paso por el pit-lane y, gracias a ello, se colocaron en primer lugar con el auto número 6, el del trío Kobayashi-Sarrazin-Conway. Porsche no se libró de problemas y a medianoche debió encerrarse en el box tras detectar el equipo una alta temperatura del agua en el motor. Aquí acabaron sus posibilidades de victoria y de podio.
Desde entonces empezó una intensa pelea por el liderato entre el Toyota #6 y el Porsche #2. Apenas había unos segundos entre ambos e incluso llegamos a ver adelantamientos en pista, algo que es poco propio de las carreras de resistencia. A pesar de que hubo momentos en los que el Porsche se colocaba en cabeza, el Toyota recuperaba su puesto más tarde, tras las paradas en boxes. El cambio de posiciones llegó en plena madrugada: El #2 de Porsche se colocó en cabeza y, cuando parecía que podría empezar a crear una ventaja considerable, debió parar en boxes de forma repentina por lo que posteriormente se supo que era un pinchazo. Toyota se volvió a colocar en cabeza, esta vez con el auto número 5. El #6 fue superado por Porsche y luego, por la mañana, tuvo un trompo que le hizo perder unos segundos con el Porsche #2, pero aún así no perdió el tercer puesto del podio.
Desde entonces, la pelea entre el Toyota #5 y el Porsche #2 ha sido la protagonista de la carrera, pero el auto de Porsche incluso dejó de pensar en ganar cuando a falta de seis minutos para el final entró en boxes para poner neumáticos nuevos. Hasta entonces había tierra de por medio, unos treinta segundos, que parecían insuperables para el fabricante alemán. Pero las carreras, hasta la bandera a cuadros, son carreras y todo puede suceder. Hoy las cosas han vuelto a no salir bien a Toyota, que ha rozado con los dedos su primera victoria en Le Mans. A falta de cuatro minutos para el final, Nakajima anunció a su equipo por radio que se quedaba sin potencia y, así fue, un minuto más tarde se quedó parado en la recta y fue superado por el Porsche #2, que ha cruzado la línea de meta en primer lugar, seguido del Toyota #6 y por el Audi #8, que ha evitado que la marca de Ingolstadt se quede fuera del podio por primera vez en su historia en Le Mans.
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