Hoy era el gran día en el que la ASO presentaba en París todos los detalles del próximo Dakar y como se atisbaba, además del paso testimonial por Paraguay, donde apenas se realizará la salida protocolaría y una primera etapa que no se espera que sea decisiva para la carrera, nos encontramos con mucha dureza ya desde la primera semana. El paso a Bolivia ya en la cuarta etapa obligará a los participantes a aclimatarse a los 4.000 metros de altitud ya desde los primeros días y supondrá la ya habitual criba que hace la organización para controlar mejor la carrera.
Frío, lluvia, humedad, marcarán previsiblemente el paso de la carrera por el altiplano boliviano. El fuera pista este año comienza antes, ya desde la tercera etapa y supondrá una dura prueba para los participantes en esta primera semana que desembocará en la llegada a La Paz donde se celebrará la jornada de descanso. A partir de ahí, la segunda mitad de la prueba promete exprimir a los deportistas, ya empezando con una etapa maratón en el paso por Uyuni y Salta que a buen seguro marcará y mucho la carrera.
A pesar de abandonar Bolivia, la media de altitud se mantendrá, con etapas todavía por encima de los 3.000 metros ya en Argentina y con las últimas etapas en Chilecito y Río Cuarto que atravesarán las montañas en las ya habituales especiales tipo rally antes de llegar a la meta en Buenos Aires. En total serán 316 vehículos lo que tomarán la salida el próximo día 2 de enero en Asunción, divididos en 146 motos, 90 autos, 37 quads y 50 camiones. Veremos con qué nos sorprende el director de carrera, Marc Coma, en su segundo año en el cargo.
En resumen, más fuera pista en la parte central de la carrera y mucha preparación física para poder sobrellevar las exigencias que supondrá competir tantos días a tanta altura. Las dunas características estarán muy localizadas y previsiblemente serán las etapas del paso de Bolivia a Argentina la clave para ganar el Dakar 2017.
Vía DiarioMotor
