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Última Hora: VW da un giro a los argumentos y podría quedar fuera del WRC

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Publicábamos ayer que Volkswagen Motorsport desmentía los rumores sobre su marcha del Mundial de Rallyes. El problema es que el futuro de Volkswagen Motorsport no depende de Volkswagen Motorsport, sino de Volkswagen a secas. Así se explica que mientras los integrantes del equipo más exitoso del Mundial de Rallyes no tienen ni idea de lo que ocurre a su alrededor, en revistas británicas como Autocar o AUTOSPORT se da por hecha la marcha de los vigentes campeones del mundo.

Según la primera de las publicaciones, que se lanzó ya ayer lunes a anunciar el triste desenlace, hoy martes 1 de noviembre VAG celebraba una importante reunión en la que el primer punto del orden del día era tomar una decisión sobre la continuidad del proyecto WRC. Y ésta ha sido desfavorable según AUTOSPORT, quedando pendiente una confirmación oficial que se espera que caiga antes del Rally de Australia, última cita del Mundial de Rallyes 2016.

Esta historia suena muy rara cuando han estado dos años desarrollando un Polo R WRC versión 2017 que no llegaría a debutar, recientemente presentaron a Sven Smeets como sustituto de Jost Capito al frente del proyecto, o incluso se ha hablado de prolongar su compromiso con el Mundial de Rallyes hasta 2022. Pero tenemos que remitirnos al primer párrafo: una cosa es lo que quisiera hacer Volkswagen Motorsport y otra muy distinta la orden que llegue desde los altos cargos de VAG, que son quienes ven que los números no cuadran a la sombra del escándalo de las emisiones y creen conveniente apostarlo todo al vehículo eléctrico.

La situación es calcada a la de Audi Sport en el Mundial de Resistencia o, por buscar un ejemplo externo, a la de Peugeot Sport en 2012, cuando en pleno desarrollo del Peugeot 908 HY y con un Mundial de Resistencia a punto de nacer se decidió cancelar el programa LMP1: aunque el gasto estaba ya hecho, no daba buena imagen mantener un proyecto más caro mientras PSA debía cerrar fábricas en Francia y ser rescatada por el Estado. En cambio se apostó fuerte por los programas de carreras-cliente: Peugeot y Citroën se centraron en los R2, R3 y R5; VAG lo hará con los GT3 y TCR.

Tampoco ayuda a ser optimistas el tradicional rechazo de Volkswagen a ceder sus coches a privados, lo cual ya dejó sin competir a los exitosos Volkswagen Touareg una vez se decidió pasar del Dakar al Mundial de Rallyes. Algo tendrá que decir Red Bull, su principal patrocinador y promotor del WRC, pero aunque se solvente el escollo económico no podemos olvidar que esta decisión responde también a un cambio de estrategia empresarial y no sólo a una cuestión de números. Y ya veremos qué ocurre con sus pilotos. Pero esa es otra historia que trataremos cuando se confirme lo que parece inminente.

Vía DiarioMotor

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