La conmovedora y brillante película Senna se ha convertido en toda una sensación en las taquillas de cine, pero lo que poca gente conoce es que el campeón del mundo de Fórmula 1 también fue un piloto de rallye por un día.
En 1986, mientras corría para el equipo Lotus, Senna probó un grupo diverso de coches de rallye en Gales para un artículo en la ya desaparecida revista Car and Car Conversions. El brasileño los probó todos, desde un Vauxhall Nova de tracción a dos ruedas (similar al coche en el que Colin McRae ganó su reputación) hasta el increíble Grupo B Austin Rover Metro 6R4. En su menú de pruebas también había un Ford Sierra RS Cosworth y un Ford Escort 3,4 litros de tracción a las cuatro ruedas.
¿El por qué? En las propias palabras de Senna: “No sé nada sobre rallye. He visto las imágenes en revistas, algunas veces lo he visto en televisión. Y a propósito, no he oído a nadie hablar del pilotaje de rallye. Quiero averiguarlo por mí mismo”.
En su primera tanda con el poderoso Sierra, casi se salió en la primera curva. No era exactamente lo que estaba deseando. “Es…sorprendente”, comentó secamente. “Porque realmente me he salido en la primera curva, como un coche normal. Ha sido estúpido. Ahora entiendo por qué tienes que usar el bloqueo contrario y utilizar un poco la tracción, para mantener el coche en el suelo. Si tratas de girar, no giras. Solo vas recto”.
Senna no estaba exagerando: sabía tan poco sobre el pilotaje de rallye que incluso no llevaba los guantes adecuados, esperando que la experiencia fuese similar a la de un coche de calle. Al final del día, tenía ampollas en las palmas de sus manos, y encontró difícil entender cómo los coches podían castigar tanto. Sin embargo, le encantó la experiencia, e igual que Kimi Raikkonen 25 años después, encontró difícil hacer cualquier comparación con la Fórmula 1.
“Es difícil porque aquí hay mucho más entusiasmo, creo”, dijo Senna. “Es mucho más emocionante aquí que en un monoplaza de Fórmula 1, porque aquí no tienes la velocidad máxima pero tienes una tremenda aceleración. Es una emoción mucho más inmediata que la que es en un coche de Fórmula 1. En la F1 tú ¡vas, vas, vas, vas, vas! Y entonces reduces. Aquí vas al punto álgido y reduces, vas al punto álgido y reduces. Es una aproximación diferente”