Dani Sordo acaba sexto y tras el toque de Loeb al final de la primera etapa, Ogier se quedó sin rivales
El francés Sebastien Ogier conquistó su segunda victoria consecutiva en el Rally de Montecarlo a los mandos de su VW Polo R WRC, liderando además un histórico triplete de VW en la prueba.
Este triunfo es el tercera de Ogier en el Montecarlo. Además de 2014 y 2015 lo ganó también en 2009, año en el que la prueba no puntuaba para el Mundial, sobre un Peugeot 207 S2000.
El bicampeón del mundo acabó con casi un minuto de ventaja sobre su compañero el finés Jari Matti Latvala y con algo más de dos minutos sobre el tercer VW, que pilotaba el noruego Andreas Mikkelsen.
Ogier vio el camino despejado hacia la victoria en la última especial de la primera etapa cuando Sebastien Loeb, retornado a los rallies tras un año de ausencia aunque sólo para este prueba, rompió la suspensión trasera de su Citroën DS3 WRC y cedió 10′.
Hasta aquel momento, los tramos habían sido un duelo constante entre los dos campeones franceses, con ventaja inicial de Loeb durante los seis primeros tramos; fue en el séptimo cuando Ogier tomó el mando con ventaja mínima y Loeb sufrió el toque con una piedra escondida tras la capa de nieve.
El español Dani Sordo llevó su Hyundai i20 WRC hasta la sexta plaza final pese a un retraso inicial por una ligera salida y calar el motor. Sordo llegó a ir quinto, justo pro delante de su compañero Thierry Neuville. Ambos llegaron a la última especial casi emparejados -pírrica ventaja de 2/10 favorables a Sordo- y el belga, que le superó en ésta por 1″, se hizo finalmente con la quinta posición.
La prueba tuvo una primera etapa disputadísima, en la que las condiciones cambiantes hicieron que los cronos sufrieran espectaculares altibajos, en parte por la monta de neumáticos elegida -la ideal para una especial podía ser inadecuada para la siguiente- y toques o salidas.
Pero al final de la primera jornada las mejores posiciones quedaron prácticamente decididas y los pilotos se limitaron a optar por elecciones de neumáticos más seguras y sólo los que necesitaban remontar arriesgaron. Es aquí donde hay que buscar las razones por las cuales Ogier sólo sumo dos victorias de tramo pese a ganar la prueba.
En el Power Stage final y con todo prácticamente decidido, Kris Meeke (Citroën) fue el más rápido y se llevó los tres puntos extras del ganador; a sus espaldas quedaron Loeb y Latvala que se llevaron 2 y 1 punto extras respectivament
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