Es lo que a todos les preocupa, lo que todos temen y de lo que nadie quiere hablar, sobre todo si se trata del elegido. Las órdenes de equipo han sido el principal tema de conversación desde que arrancó el Dakar y casi siempre apuntaban a Peugeot, el gran favorito con cuatro súper pilotos. Ha vuelto a ganar Peterhansel, por decimotercera vez, pero podía ganar cualquiera y casi todos tenían un favorito.
Loeb llegó al Dakar en 2016 para ganar y todos quieren que lo consiga. Lo quiere la organización, lo quiere Peugeot y lo desean hasta los aficionados por la enorme repercusión que tiene el piloto francés, el más laureado de la historia del automovilismo con nueve campeonatos del mundo de rallies. Un auténtico superdotado del volante que ahora quiere reinar en el Rally Dakar.
Tras el abandono de Sainz en la cuarta etapa, cuando el español iba líder virtual, Loeb era el gran favorito. Ganó cinco etapas y estuvo líder varios días, pero el Dakar no siempre lo gana el más rápido. Eso lo sabe muy bien Peterhansel, el piloto que mejor conoce el raid y el que mejor entiende el ritmo de la carrera.
Tras su séptima victoria en autos, Peterhansel no pudo evitar acordarse de las órdenes de equipo y dar las gracias a Peugeot por permitirle competir con Loeb. “Ha sido un duelo muy duro con Seb, un duelo bajo presión porque hemos ido muy rápido. Doy las gracias a Peugeot por proporcionarnos unos autos excepcionales y por no darnos instrucciones durante la carrera. Peugeot nos ha dejado competir y exprimirnos en la pista hasta que ganara el mejor”, dijo el de Vesoul.
El francés reconoció que la lucha con Loeb fue muy estresante, aunque eso hizo que la victoria tuviese mejor sabor que nunca. “Aunque haya mucho estrés y haya sido una semana muy intensa, es una bellísima victoria. Estamos aquí para ganar y cuando conducimos es un placer”, explicó Peterhansel, que confirmó que también estará en 2018.
“El 40 aniversario del Dakar merece que estemos presentes. Y tenemos el 3008, que es un auto fantástico.
Menos rápido
El piloto de 51 años reconoció que tuvo que tirar de su bagaje particular para hacer frente a Loeb. “Probablemente, es la victoria de la experiencia, de nuevo. Porque, a veces, sabía que no era lo suficientemente rápido para seguir a Seb”, admitía.
Loeb no ocultó su decepción: “Seguro que fuimos más rápidos y, cuando fuimos al ataque, abrimos amplias diferencias. Tuvimos lo que se necesita para ganar la carrera, No creo que vaya a correr tantas ediciones del Dakar como Peterhansel, pero mi objetivo es ganar algún día. Tenemos que seguir intentándolo”.