Max Verstappen comparte sus sensaciones durante el día de la carrera de Abu Dabi. La carrera se le puso cuesta arriba al piloto de Red Bull. Sin embargo, explica cómo le ayudó creer que el título era posible hasta el último momento.
Toda esa presión y nervios que Max no dejó ver el domingo estaban ahí. Pero algo le hizo creer que esta vez la suerte podía estar de su lado.
“Todo el día ha sido una montaña rusa. Por supuesto, estaba nervioso cuando entré en el coche, sabía que había un título en juego. La carrera también fue una montaña rusa de emociones, cuando parece que estás perdiendo la batalla. Siempre me dije que empujara hasta la última vuelta, pero no lo hizo fácil”, ha compartido Max en su página web oficial.
“Seguí creyendo que podría pasar algo al final de la carrera, pero nunca esperas que eso suceda. Después de ese coche de seguridad y con una vuelta con neumáticos más nuevos, supe que esa era mi oportunidad”, ha añadido.
El campeón, que lucirá el número 1 en su coche el próximo año, revela que incluso sufrió un calambre en la pierna en la última vuelta. No obstante, su ventaja de neumáticos pudo con Hamilton.
“Estuve muy cerca, pero luego tuve un gran calambre en la pierna, toda la vuelta. Iba mordiéndome los dientes, era doloroso. Hice el movimiento, pero luego todavía había otras dos largas rectas para luchar con Lewis. El calambre no era agradable. Todo eso se suma a la emoción de la carrera”, ha expresado Max para cerrar.
