El paso de Jorge Lorenzo a Ducati ha convulsionado el damero de fichajes. La eclosión de Maverick Viñales como piloto de futuro en MotoGP lo ha activado. Su decisión de pasarse a Yamaha ha hecho mover fichas, tanto de los equipos como de los pilotos.
También se añaden técnicos y mecánicos a la trashumancia del Mundial. El mercado está agitado. La oferta y la demanda se entrecruzan como en un mercado persa. Poco se sabe a ciencia cierta, posiblemente ni los protagonistas lo tienen nada claro. Pero todos medran.
Repasamos los hipotéticos movimientos que producen rumor en el paddock.
A continuación del licenciamiento de Andrea Iannone en Ducati se afanó Davide Brivio para llevárselo a Suzuki para ocupar el sitio de Maverick Viñales. Dice el propio Iannone que será el Nº1 del equipo y todo girará en torno a él. Lo debe tener especificado en el contrato. De todo eso se entera Aleix Espargaró por la prensa. Nadie le ha dicho nada. Se mosquea y así lo hace saber a los medios. Ciertamente, Davide Brivio ha carecido de tacto y delicadeza. Anda atareado en fichar a Álex Rins sin afrontar la realidad con Aleix. Pero con Rins no acaba de atar cabos y demora la decisión.
Por su parte, Espargaró ha movido tentáculos para abrirse el futuro. Los aires del paddock susurran al oído el nombre de KTM. No es descabellada hipótesis. Al fin y al cabo, ya ha liderado notablemente dos proyectos novedosos en su trayectoria de MotoGP (Yamaha Open y ART/Aprilia) y haciendo sustituciones ha pilotado cuatro motos distintas. Tiene experiencia y edad para compartir enseñanzas con un proyecto tan prometedor como el austríaco. Podría encajar la pieza, pero en ese equipo ya estarán Bradley Smith y Mika Kallio a menos de nuevos cambios en su estructura.
Por otro lado, Pol Espargaró también tiene en ascuas a su actual equipo. Hervé Poncharal -que suele ir de sobrado- no ha dudado en comparecer en las TV españolas para asegurar que Pol tiene la puerta abierta para la continuidad en Tech3 y que ese es su deseo personal y del equipo. Pero Pol ha tenido largas desavenencias con el trato técnico recibido y mira otros horizontes. El cuchicheo entre camiones dice que está en tratos con Avintia y Ducati para pilotar una GP17 en el próximo bienio. Hoy en día, el nombre Ducati suena a caramelito. Es apetitoso y goloso. Muchos se ven capacitados para estar delante cabalgando a la “Rossa”, pero la italiana puede ser un arma de doble filo ¡Incluso para Lorenzo, si me apuran!
Asimismo, voces de gran credibilidad aseguran que seguirá con la Yamaha “Satélite” del Tech3 tras cerrar acuerdos renovados para mejorar el soporte técnico en el equipo francés. En cualquier caso, para Pol es una buena apuesta de futuro para cuando llegue la retirada de Valentino Rossi a fin de 2018. Si ha logrado buenos resultados con la M1 asistida por la fábrica, como es su deseo, tendrá la ocasión de entrar en el equipo de fábrica al lado de Maverick Viñales. Es muy buen objetivo. También lo podría ser el de Avintia-Ducati para cuando Andrea Dovizioso libere su asiento en el equipo de fábrica. No obstante, hay una buena lista de candidatos italianos para secundar a Jorge Lorenzo dentro de dos años. Ducati desea tener siempre un piloto nacional en sus filas. Pol está en un dilema.
Para cerrar el ronroneo del mercado persa, queda por situar a Johann Zarco en algún equipo. Se dice que ira al LCR de Lucio Cecchinello en lugar de Cal Crutchlow. Éste pasaría al MarcVDS en sustitución de Jack Miller. A todas esas, Cecchinello asegura que su prioridad es seguir con Crutchlow con quien se entiende muy bien y cree en sus posibilidades como piloto rápido que es ¿Aunque le siga costando un fortunón en recambios y chapa y pintura de fibra de carbono?
La apostilla a tanto supuesto cambio, la ponen los técnicos que andan de por medio en esos movimientos. Por un lado,no se sabe si Ramón Forcada seguirá a Jorge Lorenzo a Ducati o si preferirá continuar en Yamaha para empezar otro proyecto de piloto joven asistiendo a Maverick Viñales. A Forcada le gustan esos desafíos. Estuvo con Casey Stoner en LCR-Honda antes de embarcarse en el proyecto Lorenzo en Yamaha.
Por el otro lado, se oye el murmullo de que Dani Pedrosa habría pedido cambios a Honda en su estructura técnica. Aseguran los más lanzados que anda detrás de hacerse con los servicios de Juan Martínez en el lugar de Ramón Aurín. Aparentemente, esa hipótesis podría estar impulsada por su amigo Sete Gibernau quien tuvo largos años a Juan como técnico de enorme confianza y buenos resultados. Pero Martínez anda atareado en otros menesteres. Su trabajo como comentarista técnico en Movistar+ lo compagina con la dirección de su negocio de amortiguadores-suspensiones Andreani-Öhlins iniciado hace pocos años. No le cabe más tarea en la agenda. Además, parece poco dispuesto a volver al box para poner en solfa la moto de un piloto. Así lo ha dado a entender a tenor de sus comentarios en la pantalla de Movistar.
Vía FormulaMoto