Estamos tan acostumbrados a ver a pilotos caer en MotoGP que, salvo que el incidente revista mayor importancia y afecte a la integridad física de alguno de ellos, las pasamos por alto. En carrera, entrenamientos clasificatorios y libres, test… Siempre decimos que los corredores del mundial están hechos “de otra pasta” por la facilidad con la que caen, se levantan y se recuperan.
Es por ello que no vemos la cara b de una caída (aparte de si es en carrera o no y están en juego puntos por el mundial, claro está): el coste económico de cada accidente para los equipos y fábricas de MotoGP. De todo ello ha hablado largo y tendido Christophe Bourguign, jefe de mecánicos de Cal Crutchlow, en una entrevista concedida a The Telegraph.
Así, el jefe técnico del equipo LCR Honda ha desvelado el precio que el equipo debe asumir tras la caída de su piloto; parte, también se ha referido al elevado coste que tienen los componentes electrónicos presentes en las motos de la categoría reina, lo que hace que el total del dinero tras una caída o choque sea mucho más elevado que en Moto2 y Moto3.
Para empezar, ha confirmado que para disponer de dos motos en el box durante la temporada pagan dos millones de euros a Honda. Dentro de esta cifra, eso sí, va incluido tanto el “alquiler” de las máquinas como el desarrollo y el trabajo que realizan los ingenieros oficiales de HRC, que les proporcionan ese personal cualificado.
Pero, ¿cuánto cuesta una caída en MotoGP?
“Una caída puede costar entre 15.000 y 100.000 euros”, ha afirmado Bourguign, quien ha querido dejar claro también que las cifras reveladas son totalmente orientativas, pues depende de las condiciones de cada accidente. “Una caída de 2.000 euros no existe en MotoGP. Si tenemos algo de suerte, solo tenemos que cambiar unas pocas piezas. Un incidente grande, o varios seguidos, pueden suponer un problema, porque no tenemos cinco depósitos de repuesto, por ejemplo”, continua.
¿Y a qué se debe esa cifra tan elevada de coste total de la caída de un piloto? Pues básicamente, como explica el jefe de mecánicos de Crutchlow, a que “Un juego de frenos de carbono está en torno a los 10.000 euros, y la mayoría de veces, cuando la moto acaba en la grava, se quedan piedras en el disco y es demasiado peligroso reutilizarlo si está dañado. No quieres enviar a tu piloto a 300 km/h con algo que puede quebrar, porque la fibra de carbono es bastante crítica”.
A esa cifra hay que sumarle cuánto cuesta un juego de llantas (4.000 euros), el radiador (unos 10.000, depende del fabricante), los daños en la centralita de la electrónica (entre 10.000 y 15.000, “No hay una sola parte de la electrónica que cueste menos de 1.000 euros”, afirma)… Amén de otras partes que puedes resultar dañadas, como la estribera, el sensor de cambio, la cubierta, el escape… Piezas todas ellas que, por la seguridad del piloto, se cambian totalmente tras una caída grande.
Así que ya sabes, la próxima vez que veas una caída en MotoGP ya sabes a qué se deben las caras de preocupación en el box: aparte de por la integridad física del piloto, puede que estén haciendo cuentas…
