¿Alguna vez has oído y visto rugir un leopardo, león o tigre en vivo? Si es así, entonces sabrás de lo que hablo cuando te digo lo delirante que es ese estruendo que eriza tu cuerpo y pone en alerta todos tus sentidos, ese que transmite el poder que tiene aquellos hermosos animales y que refleja el instinto salvaje e indomable que los gobierna, mismo que te provoca un ligero (o gran) temor que seduce e hipnotiza para que les admirares en todo su esplendor.
Precisamente eso mismo es lo que se vive cuando tienes de frente al Dodge Charger SRT Hellcat, el sedán con motor a combustión más rápido del mundo, ese felino infernal capaz de tener el empuje de un superdeportivo, a través de sus 707 endemoniados equinos pura sangre (7 más que el Lamborguini Aventador Lp 700-4) y 650 lb-pie de torque en el motor 6.2 litros alimentado por un supercargador tipo Roots de 2 mil 380 centímetros cúbicos, con un nivel de soplado máximo de 11.6 psi, mismo que le permite ser el Rey de las rectas al mandar toda la potencia a las ruedas traseras por medio de una caja automática de ocho velocidades. Esto le permite reportar el cuarto de milla en solo 11.2 segundos, el 0 a 100 km/h en 3.6 segundos y alcanzar una velocidad de 330 km/h una cifra que lo dejan incluso por arriba del Bentley Continental GT, que alcanza 326Km/h.
Pero a diferencia del Bentley y el Lambo; que tienen un manejo casi perfecto por la tecnología, construcción, materiales y aerodinámica tan avanzada que permiten domar su potencia con suma facilidad, el Charger SRT Hellcat (Cuando se maneja en pista) tiene la capacidad de llevar la adrenalina más allá de los límites por su instinto salvaje, esa que solo puede ser posible cuando te sabes en peligro, como la que experimentan los que practican deportes extremos y que a la vez provoca un estado de delirio y felicidad al domar el reto.
Este felino tiene un amplio arsenal de sistemas de seguridad (que fungen como el domador de fieras) que le permiten lidiar con el peso de casi dos toneladas y la furia de su motor; sin embargo, como llega a suceder en espectáculos circenses, este gatito puede revelarse si se le llega a provocar en las calles de la ciudad, pues tiene tanta potencia que constantemente activa el control de tracción como en semáforos, asfalto liso o glorietas, lo que nos obliga a estar muy pendientes de su comportamiento para corregirlo y así mantenerlo a domado con ayuda de los más de 80 sistemas de seguridad que actúan a la perfección para.
Pero si ya de plano eres inconsciente y no le tienes respeto tiene seis bolsas de aire avanzadas, un chasis construido con aceros de alta resistencia y zonas de deformación en caso de un impacto.
Las pistas tampoco son su escenario si lo que te interesa es hacer el mejor tiempo en un circuito, ya que no es un auto que se caracterice por ser ágil en las curvas, su enorme motor al frente lo lleva fácilmente al subviraje, por su fuerte es acabarse el caucho y divertirse al extremo haciendo el trazado con drifting pues por su condiciones, derrapar las ruedas traseras es sumamente fácil. Debemos recordar que este muchachote se creo para romper los cronómetros de las rectas y divertir al límite.
En cuanto a su atractivo exterior, está gobernado por un estilo musculoso, agresivo y seductor. Las líneas en la carrocería marcan una silueta poderosa pero también aerodinámica, misma que reducir la resistencia al viento pero se pensó más para apoyar a enfriar los componentes mecánicos del auto, como el motor y frenos.
Por dentro, tiene asientos deportivos que abrazan a sus ocupantes para mantenerlos firmes al momento de la conducción dinámica, mientras que el diseño atlético enamora con sus texturas y materiales de alta calidad que denotan su condición moderna.
En cuanto a su sistema de infoentretenimiento, está compuesto por una pantalla táctil con funciones de conectividad y navegación, además de sistemas de monitoreo y control de respuesta como el SRT Drive Modes para configurar el motor, dirección, suspensiones y el acelerador. También registra los tiempos de aceleración, fuerzas laterales y frenadas para disfrutar del manejo al límite.
Y en definitiva lo que más se adora de este gato es el estruendoso sonido que emana del escape, capaz de erizar la piel al pisar el acelerador, es uno verdadero juguete para divertir, tienen poca funcionalidad para el uso diario pues es muy poderoso para la ciudad y también para carreteras, se alcanza muy rápido los límites de velocidad, además es tan sediento que gasta un litro de gasolina por 3.2 km recorridos, sin embargo hoy es de las pocas piezas automotrices capaces de regalar una de las mejores experiencias de manejo en la industria; llena de adrenalina y emoción a tope. Es como digo la mejor locura automotriz jamá creada.