El británico Frank Williams, fundador de la célebre escudería de Fórmula 1 que lleva su nombre, falleció a los 79 años, anunció el equipo a través de un comunicado.
La escudería creada por Frank Williams en los años 1970 conquistó 16 títulos mundiales entre 1980 y 1997, nueve de constructores y siete de pilotos.
Sir Frank era tetrapléjico desde un accidente automovilístico en marzo de 1986 y pasó las últimas décadas de su vida en silla de ruedas.
Fue en 1975 cuando los monoplazas con su nombre participaron por primera vez en Fórmula 1.
La primera victoria llegó en Silverstone en 1979 y el primer título mundial un año después con el australiano Alan Jones.
Padre de tres hijos, este apasionado de la tecnología y de la estrategia había cedido los mandos de su escudería a su hija Claire en 2013.
En dificultades deportivas y económicas, el equipo fue vendido a un fondo de inversión estadounidense, Dorilton Capital, en 2020.
El presidente de la F1 Stefano Domenicali declaró que la F1 perdió “a un gigante”. “Él remontó las mayores dificultades y retos en la vida para ganar en la pista y fuera de ella”.
“Es una noticia muy triste”, declaró Jean Todt, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). “Frank Williams dejó su huella en la historia de la F1, él fue un pionero, una personalidad excepcional y un hombre ejemplar”.
Símbolo de una época
Fueron campeones del mundo con Williams grandes nombres como Nelson Piquet (1987), Nigel Mansell (1992) y Alain Prost (1993).
Con Frank Williams se va el símbolo de una época: los emprendendores nacidos en los garajes, independientes que comenzaron a montar sus autos y que fueron capaces de alcanzar la cima.
En el caso de Sir Frank, en un principio preparando los chasis de otras marcas y después diseñando los suyos en la F1 con su estructura privada.
“Soy incapaz de explicar la razón de esta pasión, pero me encantan los autos de carreras; el ruido, las vibraciones, el olor, el peligro…”, señalaba en 1997 en una entrevista con el diario francés L’Equipe.
En 1975 se había inscrito en el Mundial con su nombre propio, ‘Frank Williams Racing Cars’, pero el equipo pasó al control de su mecenas, el millonario canadiense Walter Wolf, en 1977.
Historia de éxito
Así que Williams parte de nuevo de cero, creando con su compatriota Patrick Head, el ‘Williams Grand Prix Engineering’, en el Mundial desde 1978.
La primera victoria llegó rápido, en 1979 en Silverstone y los primeros títulos de constructor y pilotos en 1980.
Para el recuerdo, los Williams FW07 de aquel año, que llevaban los colores de la compañía aérea Saudia. Entonces Frank demostró ser un visionario, convenciendo antes que el resto a los reyes del petróleo de que la Fórmula 1 era un buen negocio para invertir su dinero.
Los años 1986 y 1987 fue otro periodo de oro, con un Honda como motor y la pareja Nelson Piquet-Nigel Mansell al volante.
Williams lo vivió en parte en una cama de hospital, tras su accidente al regreso de una sesión de entrenamientos libres en el circuito de Castellet.
A continuación, una prolífica colaboración con Renault (1989-1997) y el drama de mayo de 1994, cuando el brasileño Ayrton Senna falleció en Imola al volante de un Williams-Renault.
Con reputación de frío, duro y exigente hasta el extremo, consigo mismo y con sus empleados, incluidos pilotos, se mantiene al pie del cañón hasta 2013, que cede parte del poder a su hija Claire, aunque en un principio debe contentarse con el puesto de adjunta de su padre.
Ahora Williams es una empresa moderna, que cotiza en bolsa y provee de tecnologías y servicios de ingeniería a sectores diversos, desde el aeroespacial a las energías.
Por: AFP
