El infortunio da la oportunidad de sacar lo mejor de los seres humanos
Todos los allegados al rallismo conocemos detalles del accidente que sucedió el sábado durante el rally. Lo que no sabemos, es quiénes fueron esos héroes que con sus aportes ayudaron a solucionar la situación y lo más importante aún, socorrer y salvar la vida de las dos niñas heridas.
Ayer conocimos el relato de mi colega Daniel Sequeira para Profesion Valor, quien en su primer rally vivió esta situación de emergencia y que nos la narró con detalles, fineza y un lado humano envidiable. Daniel nos hizo ver la participación de algunos colaboradores en la emergencia, que hoy vamos a destacar.
Talvez sea injusto mencionar a unos cuantos, cuando la verdad es que muchos aportaron su granito de arena. Sabemos que Victoria Fernández, Rommel Molina, Rodolfo Villegas, Gerald Zúñiga, entre otros, estuvieron desde los primeros minutos ayudando en diversos frentes.
El colaborador de AORA Hugo Sánchez fue uno de los primeros en llegar al sitio del accidente. “Estaba como a 15 metros y corrí pensando en ayudar a la tripulación accidentada, mi sorpresa fue ver a las niñas al otro lado de la cerca, en ese momento vi que Eric y Marco estaban bajándose del carro en buenas condiciones y me olvidé de ellos, me fui para donde las niñas, Rommel estaba con una de ellas y en segundos llegó el copiloto de Gerald”, recordó Sánchez.
“Inicialmente ayudé a Paula, le tomamos la cabeza para que no se moviera y comenzamos a quitarle hormigas porque cayó sobre un hormiguero, de hecho tengo la mano hinchada de las mordeduras que tuve, luego las montamos en la tabla de la Cruz Roja, la estabilizamos y fui a colaborar con la otra niña, ella estaba muy inquieta, lloraba y se movía mucho y tuvimos que sostenerla bien”.
La manera de reaccionar ante una emergencia depende de la persona. Sánchez nos comenta que mucha gente que recibió el curso de primeros auxilios a principio del año no pudo controlarse ante la situación. “Reaccionar con calma se trae, es algo muy personal y va de acuerdo al temple de cada persona, mucha gente se acercó, unos lloraron, otros corrieron, hubo de todo. En el rally nunca había enfrentado algo así, en la vida cotidiana si, una vez rescaté a una familia en un vuelco”, finalizó.
El copiloto Eduardo Corrales vivió la emergencia desde la ruta. Su auto venía dos turnos detrás del de Eric y vieron los avisos de los cronometristas para que se detuvieran porque había un accidente.
“En primera instancia entendimos que era la tripulación la que estaba mal, nos pusimos muy asustados por la relación cercana que tenemos con Eric y Marco, salimos corriendo, yo vi a Marco y estaban bien, entonces mi reacción fue brincarme la cerca y estar con las niñas. Por mi experiencia en medicina lo primero que les indiqué a los que estábamos ahí era que no las podíamos mover, las empezamos a limpiar y quitarles hormigas, la Cruz Roja no duró dos minutos en llegar y les ayudamos a estabilizarlas. La situación se manejó de forma muy profesional, se hizo de la mejor manera, los protocolos se activaron de manera perfecta y eso ayudó mucho para el bienestar de ellas”, comentó Corrales.
Aún así, Corrales tuvo que lidiar con otras circunstancias, como la gente inescrupulosa que llegó a incomodar, tomar videos o fotos, en lugar de colaborar. “En medio de todo tuve que discutir con algunas personas por eso, por dicha llegó gente que nos ayudó a evacuar la situación”.
El mecánico Geovanny Moreno se encontraba junto con su compañero Esteban Paniagua esperando noticias sobre el auto de Pablo Quirós, cuando ambos colaboraron de forma diferente en la situación.
“Estábamos esperando a Pablo para ver como venía el carro cuando escuchamos el estruendo y vimos que todo mundo salió corriendo, cuando llego veo a las niñas en el potrero y me puse a socorrer a Olga, estaba sangrando mucho, llorando, la tranquilicé, le tomé la mano para que supiera que no estaba sola y le hablaba, cuando llegó el cruzrojista la estabilizamos. Nunca me había pasado algo así, solo había atendido accidentes de rally pero que involucraban a la tripulación, como papá me imaginé a mis hijas y fue algo desesperante”, dijo Moreno.
En el caso de Esteban, su ayuda fue desde otro frente, ayudando a parar los autos de competencia que venían detrás de Eric.
“Fue impresionante ver el carro dando vueltas y que golpeó a las chiquitas. En ese momento no supe que hacer cuando las vi, lo único que se me ocurrió fue tirarme a la calle a parar a Montalto que venía y detener la carrera, llamar a la ambulancia también, Victoria Fernández me ayudó en otro sector a detener el rally… atravesarme en la calle fue lo que acaté hacer y por dicha se controló la situación”, afirmó Paniagua.
Hoy, a tres días del accidente, somos testigos de las buenas intenciones de la comunidad rallística y organizadores de colaborar con las familias, acompañarlos en el hospital, darles transporte, alimentación y otras necesidades… el infortunio da la oportunidad de sacar lo mejor de los seres humanos y en este caso confiamos en que la unión y la oración darán solo cosas positivas.