Las condiciones lluviosas de los últimos días aumentan significativamente las posibilidades de accidentes de tránsito, ya sea por problemas de visibilidad, errores en las conducción, o bien, las carreteras con alto flujo de agua o pozos.
Para tomar mejores decisiones y hábitos que nos ayuden a estar más seguros en carretera durante el invierno, queremos repasar las principales recomendaciones que debemos tomar en cuenta.
La primera de ellas es que los neumáticos estén en buen estado, esto implica revisar que la presión de inflado sea la indicada por el fabricante, la cual debe comprobarse al menos una vez por semana. Además debe realizarse una inspección visual para determinar que la llanta no presenta abultamientos o cortes y que el desgaste de las llantas no se encuentre por debajo de los 3 milímetros, lo cual puede se puede verificar mediante el indicador de desgaste que se encuentra en la banda de rodamiento.
También debemos estar seguros de que los elementos como los parabrisas, las luces, los retrovisores y los frenos estén en buen estado.
Luego tomaremos en consideración el comportamiento en carretera. Para ello, consultamos con Walter Villalobos, Gerente de Ingeniería de Ventas de Bridgestone Costa Rica, quien nos indicó las principales reglas que se deben seguir:
Disminuya la velocidad: Al llover, el agua se mezcla con la suciedad y el aceite en la carretera por lo que ésta se vuelve resbaladiza. La mejor manera de evitar los derrapes es bajar la velocidad.
Mantenga la distancia con el auto delantero: Como la carretera se vuelve más inestable se requiere más distancia para frenar.
Conduzca por el carril derecho: Si le es posible, elija el carril derecho, hacerlo es una medida de protección pues tendrá más espacio para maniobrar ante imprevistos y estará alejado del tráfico en el sentido opuesto.
Cuidado con los charcos y corrientes de agua: Transitar por donde hay cantidades de agua empozadas o en movimiento debe hacerse con sumo cuidado pues se reduce la adherencia de las llantas al asfalto y se puede perder el control. Esto se conoce como hidroplaneo, en donde el neumático disminuye su capacidad de contacto con la carretera, y se puede perder el control del vehículo.
Pero ¿qué hacer si nos topamos con un charco y nos es imposible esquivarlo?
“Si al estar conduciendo debemos pasar por un charco, se aconseja frenar despacio y anticipadamente, con el fin de aumentar la distancia con el vehículo de adelante, además de alertar al vehículo de atrás de la disminución de velocidad por medio de las luces de emergencia. Si en el momento es que se está cruzando el charco con el vehículo se tiene la sensación de hidroplaneo (que el vehículo está flotando sobre el agua) se recomienda no presionar el freno a fondo o girar bruscamente, lo adecuado es tratar de desacelerar despacio y mantenerse en dirección recta para recuperar la tracción. El conducir a la defensiva siempre en todo momento es la mejor sugerencia, y anticipar este tipo de situaciones para poder pasar de carril antes de ingresar a este tipo de condiciones”, finalizó Villalobos.
Unos neumáticos nuevos pueden dispersar hasta 30 litros de agua por segundo a una velocidad de 80 km/h. Pero la profundidad del dibujo se desgasta con un uso habitual. Por ello, los neumáticos dispersan bastante menos agua a medida que se reduce la profundidad del dibujo.
Si la profundidad del dibujo todavía es de 3 mm, los neumáticos aún tienen capacidad para evacuar agua. Pero a partir esta profundidad, el riesgo de hidroplaneo aumenta considerablemente.