El piloto de Honda reconoce que fue al límite en todo momento detrás del italiano, y que cuando le informaron del abandono de Lorenzo decidió no jugársela.
Montmeló (España).- El mejor homenaje que podía recibir Luis Salom se lo ofrecieron Valentino Rossi y Marc Márquez, que se midieron en un explosivo mano a mano que terminó de la mejor manera imaginable: con una encajada de manos. Al llegar al parque cerrado, el italiano, aún con el casco, se acercó al español y le dio la enhorabuena por la espectacular gresca que acababan de mantener.
Los dos iban presionandose desde el tramo final del curso pasado, pero la tragedia del pasado viernes fue tan impactante que les hizo ver su conflicto con otra perspectiva.
“Nos hemos dado la mano porque el motociclismo se lo merecía”, convino Márquez. “Este ha sido un fin de semana en el que nos hemos dado cuenta de que todos somos humanos y que nos tenemos que respetar porque no sabemos qué nos puede pasar”, reflexionó el bicampeón del mundo de Honda, que como todos sus compañeros de parrilla, así como los integrantes de Moto2 y Moto3, rodó con un recuerdo de Salom en forma de pegatina adherido a la moto.
La segunda plaza lograda por el chico de Cervera, combinada con el abandono de Jorge Lorenzo después de ser arrollado por Andrea Iannone, coloca al catalán líder del certamen con un colchón de 10 puntos sobre el mallorquín. Rossi circula el tercero, con 24 puntos menos que él.
“Ha habido un momento en el que casi me caigo, y cuando a falta de dos giros he tenido otro susto, he tirado la toalla”
La mayor parte de la carrera pareció que Márquez tenía a Rossi bajo control, algo que, según reconoció él mismo, no se correspondía con la realidad.
“He hecho toda la carrera apurado. Nos han costado todas las vueltas. Honestamente, lo he probado pero no con todas las fuerzas. Ha habido un momento en el que casi me caigo, y cuando a falta de dos giros he tenido otro susto, he tirado la toalla”, reconoció el #93.
Superado el chasco de 2015, en el que varias caídas le apartaron de la pelea por el título antes de tiempo, Márquez ha hecho un abrupto cambio de planteamiento. Ahora, trata de arriesgare únicamente cuando está convencido de poder hacerlo. Esta estrategia todavía coge más cuerpo en jornadas como la de este domingo, días en los que su RC213V no termina de girar tan redonda como a él le gustaría.
“Cuando en la pizarra he visto que Lorenzo estaba fuera he comenzado a hacer cálculos mentales sobre cómo iba a quedar la clasificación y demás. No estaba listo para atacar a Valentino. Es una lástima porque te tienes que comer el orgullo, pero ha sido la mejor opción”, convino el español, muy satisfecho de cómo ha librado lo que llevamos de temporada hasta el momento, dado el potencial de su moto.
“Antes de empezar, pensaba que tenía que salir de Montmeló lo más pegado a la cabeza [de la tabla] posible, y resulta que estoy delante”, zanjó Márquez, que este lunes volverá a rodar en el trazado barcelonés, en una jornada de test que espera como agua de mayo.
Vía MotorSport