Se acerca una revolución en la iluminación de las nuevas generaciones de vehículos que cambiarán incluso su diseño
Desde hace ya varios años Audi ha convertido la tecnología de iluminación en una de sus señas de identidad. Fue el primer fabricante en integrar la luz de conducción diurna en toda su gama y volver este elemento, además, en un símbolo estético de sus modelos más modernos.
Ahora, siguiendo ese camino, inauguró un centro de investigación específico en su sede de Ingolstadt desde el que evolucionar todo lo que se refiere a la iluminación del automóvil. Según lo observado, toda la tecnología empleada hasta ahora en la iluminación del automóvil puede decirse que esta ya obsoleta: las lámparas de incandescencia, las halógenas, e incluso podríamos los faros de xenón o bixenón, que tienen no años, sino los días contados.
Incluso la tecnología led para los grupos ópticos delanteros, que casi están haciendo su estreno en los vehículos de alta gama, darán paso a los complejos faros matrix led y, con el tiempo, a los insuperables faros que utilizan la tecnología matrix láser.
Cada vez más, el diseño de los nuevos vehículos y la iluminación que empleen van a ir directamente ligados. Audi ya utiliza y conoce las nuevas estructuras a base de led tanto para las luces de carretera como cruce. Pero ya están operativos faros de tipo matrix LED para el A8 y próximamente para el A4 y se espera que en poco tiempo sea una tecnología que se utilice en todos los modelos de la marca. Lo mismo sucede con el siguiente paso, los faros láser que estrenará el deportivo R8, y que con el tiempo sustituirán a los conjuntos led, pero utilizando la tecnología matrix.
Cualquiera de estos nuevos sistemas de iluminación tiene innumerables ventajas. Salvo las regulaciones de altura, los faros de este tipo ni tienen ningún elemento móvil ni mecánico. Todo está controlado a base de software, lo que supone un enorme avance en fiabilidad. Un faro matrix está compuesto por alrededor de 230 piezas.
Mediante los faros matrix láser se mejora la intensidad lumínica, sin aumentar la profundidad del haz, que se sitúa en 150 metros. Lo que se pretende es que dentro de ese alcance todo este perfectamente iluminado, con lo que la seguridad aumentará exponencialmente.
Los faros láser se basan en un proyector que ilumina una caja interior en donde un conversor a base de fósforo transforma esta luz en un haz blanco parecido a la de los led, pero más nítido y potente. Además de la mayor luminosidad, tiene la ventaja de que otorga mayor libertad a los diseñadores a la hora de jugar con las formas del faro, eliminando barreras y facilitando la originalidad de cada ‘firma luminosa’, uno de los rasgos clave del frontal de los vehículos modernos.
Otra de las ventajas de este tipo de faros matrix LED y matrix láser será la eliminación de los faros antiniebla, ya que mediante los sistemas de cámaras del parabrisas se podrá controlar la iluminación en situaciones de falta de visibilidad por niebla simplemente modificando la altura del haz.
OLED, la alternativa
La libertad de los faros láser no tiene nada que ver con la que proporcionarán dentro de dos años aproximadamente la utilización en los grupos ópticos posteriores de los conjuntos OLED. Los ‘Organic Light-Emitting Diode’ tendrán a corto plazo, dos o tres años, innumerables utilizaciones en el automóvil.
Por ejemplo, los grupos ópticos posteriores no tendrán profundidad. Mediante estos OLED de alrededor de 1 mm de grosor, los faros traseros serán como calcomanías que se añadan en la parte posterior, con lo que la libertad de formas será completa. Incluso se han desarrollado OLED con formas especiales para proporcionarles la impresión de 3D, aunque en este caso la puesta en la serie está algo más lejana.
Los OLED también podrán aplicarse a nuevos conceptos de iluminación, pudiendo sustituirse la iluminación trasera o lateral convencional por representaciones luminosas en movimiento, que incluirían los intermitentes, las luces de emergencia y los indicadores de freno con varias intensidades.
Por: marcamotor
