Ser un auto caro o con prestaciones impresionantes no es garantía de buen gusto…
Caras de incredulidad, e inmediatamente, gestos con la cabeza, como buscando una cámara oculta. Es la reacción de la mayoría de los visitantes que se paran frente al Weber F1 en la doceava edición del Tuning World de Bodensee 2014, el certamen europeo para apasionados del “tuning”. Pero aún abren más los ojos cuando les convencen de que sí, de que esa espantosa creación al servicio de la mejor aerodinámica cuesta 1,35 millones de euros, entrega 954 caballos y acelera de 0 a 100 km/h en solo 2,5 segundos.
Es la creación más llamativa en el certamen de este año, pero no la única. Los preparadores de todo el mundo dejan volar su imaginación para demostrar de lo que son capaces, y pueden vitaminar un Skoda Octavia con casi 400 caballos o crear un deportivo totalmente nuevo sobre la base de un Corvette.
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