A principios de año contábamos una historia de un abuelo taxista de Ecuador, esta vez narramos la de un padre, de 49 años, que se lanzó a esta profesión para intentar buscar a su hija, que desapareció hace 24 años por un descuido cuando su progenitor regentaba un puesto callejero de fruta.
El hombre, llamado Wang Mingqing, usó el taxi como método para difundir su historia por todo el país y gracias a conocer a más gente, logró encontrar a su hija. La niña se perdió en 1994, cuando sólo tenía tres años, según informa El Diario del Pueblo.
Wang y su esposa pasaron años pegando carteles con la cara de su hija, contactaron con la policía, visitando orfanatos y hospitales, pero no fue hasta que el padre comenzó a ser taxista y contó la historia a más de 17.000 pasajeros, como cuenta el diario oficial chino People´s Daily, cuando lograron encontrar a la pequeña, ahora ya hecha toda una mujer.
El gran problema que tuvieron fue, como informa El Espectador, que cuando la niña se extravió, sus padres no le habían tomado fotografías, por lo que tuvieron que valerse de las imágenes de sus otros hijos para que la gente se pudiera hacer a una idea de cómo era la pequeña.
Los pasajeros del taxi ayudaron a difundir la historia de la niña en las redes sociales, de tal forma que la hija de Wang conoció el mes pasado, a través de la prensa, la búsqueda que estaba haciendo su padre; contactó con la policía y con sus padres el pasado 16 de marzo y el 1 de abril se hizo una prueba de ADN que confirmó que era la niña que buscaban.
La televisión china ha ofrecido imágenes de Wang y de su hija hablando emocionados por ordenador y se espera que la familia se reúna esta semana.