El pasado viernes se cumplieron 66 años del nacimiento del Campeonato Mundial de Fórmula Uno, cuya primera carrera –el Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone– vio debutar a Juan Manuel Fangio. Aquel 13 de mayo de 1950, con 39 años, el piloto de Balcarce llegaba a la máxima categoría integrando el equipo Alfa Romeo, pero por problemas de motor debió abandonar en el primero de sus 51 capítulos. Corrió hasta 1958, con 47 años.
Fangio llegó a Europa con el bagaje de experiencia que le dieron las competencias de Turismo Carretera, Mecánica Nacional y las confrontaciones internacionales con distintos pilotos, que luego serían sus rivales en la F1 de entonces. Sus 39 años se correspondían con la media de la edad de los pilotos de la época, que presentaban experiencias dispares en sus países.
Su primer triunfo no tardó en llegar. Fue sólo ocho días después de su debut, el 21 de mayo de 1950 en el Gran Premio de Mónaco (Monte Carlo) a bordo del Alfa Romeo 158. Fue el que abrió la serie de 24 victorias, 35 podios, 29 pales y 29 récords de vuelta de su campaña. Todo un logro.
El pasado domingo, en el Gran Premio de España, el jovencito belga Max Verstappen, nacionalizado holandés y con 18 años, siete meses y 15 días, pasó a convertirse en el ganador más joven de la historia de la Fórmula Uno. En su debut como piloto de Red Bull, dio por tierra con lo que habían hecho sus antecesores Sebastian Vettel –que con 21 años, dos meses y 11 días ganó en Italia 2008– y Fernando Alonso –triunfador en Hungría 2003, 22 años y 25 días–.
Max usufructuó los genes de su padre, Jos, quien hizo podio en dos carreras de F1; y de su madre, Sophie Kumpen, quien descolló en el karting. Eso lo llevó a alcanzar precozmente un cúmulo impresionante de victorias en karting y a ganar el Campeonato de Europa y el cetro mundial.
A Verstappen, convertirse en el primer piloto holandés en ganar un GP de Fórmula Uno le llevó poco más de un año, luego de debutar en Australia 2015, con 17 años y al comando de un Toro Rosso. El domingo en España estuvo por primera vez al comando de un Red Bull, promovido por Helmut Marko y en reemplazo del ruso Daniil Kvyat.
A diferencia de Fangio, que conoció muchos de los circuitos recorriéndolos de a pie y viendo en detalles sus dificultades, Verstappen aprovechó los simuladores para llegar a los trazados. Ambos ya forman parte de la historia grande de la máxima categoría, uno por ser quíntuple campeón mundial en pocos años y el otro por abrir muy joven su propio derrotero, en el que está escribiendo sus primeros capítulos.
Vía La Voz
