Este domingo se verá quién es verdadero aficionado de la Fórmula 1 por encima de todo. La carrera del Gran Premio de Austria se disputa a la misma hora que el partido de octavos de final entre España y Rusia.
La carrera es a las 07:10 (hora costarricense) y el partido comienza 50 minutos más tarde, a las 8 de la mañana, así que los aficionados tendrán que decantarse por ver completo uno u otro.
Los propietarios de la Fórmula 1, Liberty Media, han tratado de que las carreras no coincidieran con los partidos del Mundial y ya en Francia vimos que la prueba en Paul Ricard se retrasó una hora porque jugaba Inglaterra, la cuna del Gran Circo, contra Panamá.
Este año la organización ha retrasado diez minutos el inicio de las carreras para que los pilotos tengan más tiempo para atender a los medios de comunicación, una medida que no apoyó Ferrari, pero que se implantó igualmente. Aunque los miembros de la parrilla estarán ocupados, Fernando Alonso ya mostró qué países le gustaría que ganasen el Mundial de Fútbol antes de que éste comenzara:
“Si no gana España, por Messi, me gustaría que ganara Argentina y por Pechito López (su compañero en Toyota para el Mundial de Resistencia) también”, comentó en junio en declaraciones para el diario español Mundo Deportivo.
Si tenemos en cuenta los números de audiencia de los últimos Grandes Premios, la F1 sólo ha destacado cuando no había partidos de fútbol importantes y el hecho de que ni Alonso ni Carlos Sainz estén en condiciones de luchar por el podio no hace pensar que el domingo vayan a sintonizar este deporte para ver la novena cita de la temporada.
Este año también se retrasó el inicio de las carreras una hora, así que si la F1 volviera al horario del año pasado, que sería a las 6 de la mañana en Costa Rica, los aficionados no tendrían que decantarse por uno o por otro.
La fotografía que ilustra esta nota es del diseñador Tim Holmes.