Las etapas marathon y sobre todo las especiales en altura marcarán la prueba
Los pilotos ya tienen una primera idea de como será el próximo Dakar. Una primera pincelada “porque las verdaderas dificultades no se sabran hasta que estemos allí. Pero todo apunta a que será un Dakar muy duro”.
“Seguro que será una edición muy compliacada. Sólo hace falta ver la segunda etapa, muy larga”, señala Carlos Sainz.
Un recuerdo de aquellos años africanos en los que el Dakar quería hacer una primera criba en los inicios de la prueba, desde donde era más fácil repatriar a los que abandonaban.
“Mi primera impresión es de que habrá más pista y menos arena. Y será muy duro para las motos, porque las dos etapamaas maratón están justo después de la etapa de descanso. Hubiera sido mejor alargar un poco más la primera parte y hacer como el año pasado, que tuvo una prmera mitad muy dura y una segunda donde era posible ‘respirar’ un poco más”, señala Laia Sanz.
Nani Roma también apuntaba a las dificultades de la carrera para las cuatro ruedas. “Volvemos a tener una etapa marathon para carros, cosa que no sucedía desde África. Habrá que gestionarla muy bien porque puedes perder mucho”. Pero el ganador del pasado año teme “las etapas de altura. Este año son 3, a mñas de 3,500 metros, y se sufriña mucho físicamente pero también los motores sufrirán. No es fácil aguantar la concentración y el grado de esfuerzo cuando hay falta de oxígeno”, señala Roma, que en el CAR de San Cugat ya tiene previsto entrenar teniendo en cuenta esta circunstancia “en una cámara especial que hay”.
Laia teme las dos etapas de Bolivia “porque los carros las habrán hecho el día antes. Lo normal es hacerlo al revés. Podemos encontrarnos las pistas muy rotas y eso en noto añade dificultad”, señala Laia.
Joan Barreda espera que “no estén demasido rotas estas dos etapas. Afortunadamente son rápidas y las pistas en este caso no sufren tanto. Para nosotros seráuna situación diferente, porque encontraremos roderas, trazas de los coches y a priori será más fácil navegar”.
Marc Coma también piensa que será una edición complicada “que habrá que gestionar muy bien. Pero a mi me gusta que sea difícil, porque el Dakar es esto, ganarle la partida al terreno”.
Otra segunda preocupación es la meterología “porque las lluvias han efectado a la pruea en otras ocasiones y el calor extremo el pasado año produjo una gran criba el pasado año”, dijo Jordi Viladoms.
Todos ellos estaban en París en la presentación de la prueba. Acto de relaciones públicas, sin duda, pero también una muestra del interés que tienen en la misma, en concocer de primera mano algunos detalles más. A diferencia de otras especialidades, en las que las dificultades son conocidos de antemano y en ocasiones comprobadas antes de afrontar la prueba, en el Dakar el factor sorpresa, los caprichos de lo desconocido, forman un componente esencial de la prueba”
Por Mundo Deportivo