Con las nuevas y cada vez más exigentes normas de emisiones, los motores de ocho cilindros están en peligro de extinción. Dodge, una de las marcas más populares por usarlos dice que podrían solucionar ese tema reemplazandolos por eléctricos de alto desempeño.
Este nuevo enfoque de la marca llega de la mano de no crear nuevos propulsores HEMI pero, si los seguirá vendiendo hasta que el público lo demande.
De esta forma la marca deja todo en el aire, sin anunciar un muscle car eléctrico, ya comienza a dar pinceladas del futuro del fabricante donde sí o sí sería electrificado.
Para Dodge los motores eléctricos no perseguirán la eficiencia, sino cumplirán con la promesa de alto desempeño que siempre los ha caracterizado.
Recordar que los Challenger y Charger actuales fueron lanzados en 2008 y se han mantenido gracias a sus constantes actualizaciones hasta el 2023.