INDUSTRIAOTROS

La bicicleta, el invento que revolucionó el transporte y la sociedad

De la bicicleta a las motos y los autos, un invento que contribuyó al empoderamiento femenino… Estas y muchas consideraciones dejan la creación de la bicicleta.

En abril de 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró el 3 de junio como el Día Mundial de la Bicicleta. El mensaje principal es mostrar que la bicicleta pertenece y sirve a toda la humanidad, especialmente en la lucha contra el cambio climático, la contaminación y la congestión del tráfico .

Hoy en el #DiaMundialDeLaBicicleta queremos destacar la historia de este invento que bien se puede usar como medio de transporte o recreativo, y que dos siglos después continúa más vigente que nunca.

Como en muchos inventos, sus orígenes son difíciles de establecer. En el Antiguo Egipto se fabricaron artefactos rudimentarios compuestos por dos ruedas unidas por una barra, también se conoció en China algo similar, pero con ruedas hechas de bambú.

La paternidad de las bicicletas se le atribuye al inventor alemán Karl Drais. Su rudimentario artefacto, creado alrededor de 1817, se impulsaba apoyando los pies alternativamente sobre el suelo. La llamó maquina andante y se puede considerar como la precursora de la bicicleta y motocicleta que conocemos hoy.

La Draisiana

La construcción de la primera bicicleta con pedales se atribuye al escocés Kirkpatrick Macmillan, en el año 1839. Macmillan nunca patentó el invento, que posteriormente fue copiado en 1846 por Gavin Dalzell de Lesmahagow, quien lo difundió tan ampliamente que fue considerado durante cincuenta años el inventor de la bicicleta.

Velocípedo de Macmillan con pedales

En 1865, el francés Pierre Lallement patentó en Estados Unidos el velocípedo que aún no tenía los cambios, ni los frenos, ni la cadena de las bicicletas modernas.

Pierre Lallement en 1866

Su complicado modelo fue pronto superado por el biciclo, que no era el vehículo tranquilo que nos imaginamos, sino uno el doble de rápido que el velocípedo. Lo conducían casi exclusivamente jóvenes intrépidos, subidos arriba de la inmensa rueda que amenazaba con expulsarlos hacia adelante ante el menor obstáculo.

El biciclo

En 1885, John Kemp Starley crea la “bicicleta de seguridad”  Safety Bicycle, muy parecida a una bicicleta urbana actual. Tenía frenos y la postura era mucho más cercana al suelo, de ahí su nombre.

La “bicicleta segura” atrajo a un grupo mucho más amplio. Se parecía mucho a las bicicletas modernas con cadena, ruedas de la misma medida y un marco en forma de diamante. La velocidad se lograba no gracias a una rueda gigantesca sino a engranajes.

bicicleta segura

En 1888, el escocés John Boyd Dunlop (aficionado al ciclismo y creador de la empresa Dunlop) inventó una cámara de tela y caucho, que se inflaba con aire y se colocaba en la llanta. Para evitar pinchazos, Dunlop inventó además una cubierta también de caucho. Estos inventos de Dunlop casi no han sufrido variaciones significativas desde su invención.

En Francia, los hermanos Michelin crearon un neumático desmontable y en Italia, Giovanni Battista Pirelli hizo lo propio. Con el neumático y unas cuantas cámaras de recambio se podía ir a todas partes. Las bicicletas de entonces pesaban entre 18 y 20 kilos.

El 31 de mayo de 1889 nació oficialmente el ciclismo de competición. Los hermanos Olivier, Aimé, René, y Marius, asociados de la fábrica de Pierre Michaux, organizaron una carrera en el parque de Saint Cloud de París con 1200 metros de recorrido en la que tomaron parte unos pocos ciclistas. A partir de entonces comenzó la fiebre del ciclismo.

En el aspecto técnico se investigaba a marchas forzadas para encontrar nuevas soluciones. La velocidad se convirtió en una obsesión en detrimento del peso, el equilibrio o la seguridad. Los fabricantes tendieron a homogeneizar sus máquinas y las descomunales ruedas delanteras se redujeron a un diámetro de 80 centímetros. Estos inventos, junto con el uso de tubos de acero soldados y los asientos de muelles, llevaron a la bicicleta a la cumbre de su desarrollo.

Empoderamiento femenino

Según la reseña recopilada por la BBC, las mujeres tuvieron acceso a las bicicletas y ahí surge el nombre de Angeline Allen, quien causó sensación en 1893, andando en su bicicleta en las afueras de Nueva York.

“Usó pantalones”, decía un titular en una popular revista de hombres, que añadía que Allen era joven, bonita y divorciada.

La bicicleta fue liberadora para las mujeres. Para andar en ellas debían deshacerse de los corsés y las faldas reforzadas y usar ropa más confortable. También significaba moverse sin chaperona.

Tal como explica la historiadora Margaret Guroff, nadie parecía preocupado por lo que estaba haciendo Allen, solo por lo que usaba cuando lo hacía. Una mujer sola en público y en una bicicleta no parecía causar ningún escándalo.

Tres años después, Susan B. Anthony, activista por los derechos de la mujer durante la mayor parte del siglo XIX, declaró que la bicicleta había hecho “más por la emancipación de las mujeres que ninguna otra cosa en el mundo”.

De la bicicleta al auto

La bicicleta también impulsó una revolución manufacturera así como una revolución social.

Los fabricantes de bicicletas desarrollaron técnicas simples y fácilmente replicables —como estampar chapas de metal frío para crear nuevas formas— para mantener los costos bajos sin sacrificar la calidad. También desarrollaron neumáticos, engranajes diferenciales y frenos.

Tanto las técnicas de fabricación como estos componentes innovadores fueron aprovechados por los fabricantes de autos como Henry Ford.

De hecho, la primera bicicleta segura fue hecha en 1885 en la fábrica Rover en Coventry, Inglaterra. No es coincidencia que Rover se convirtió más tarde en un jugador importante en la industria automotriz. La progresión de hacer bicicletas a hacer autos era obvia.

La bicicleta también le permitió a Japón dar sus primeros pasos para modernizar su industria.

El primero fue importar bicicletas a Tokio desde Occidente, alrededor del año 1890. Luego crearon talleres de reparación de bicicletas. Más tarde, empezaron a hacer repuestos localmente, algo que no resultaba muy difícil para un mecánico habilidoso. 10 años, después, estaban presentes todos los ingredientes para fabricar bicicletas en Tokio.

Para cuando estalló la II Guerra Mundial, Japón estaba fabricando más de medio millón de bicicletas por año.

Tecnología con futuro

Es fácil ver a la bicicleta como una tecnología del pasado. Pero, datos recientes muestran que no es así.

Hace medio siglo, la producción mundial de autos y bicicletas era más o menos la misma: 20 millones cada uno por año.

Desde entonces, la producción de carros se ha triplicado, pero la producción de bicicletas ha aumentado el doble de rápido hasta alcanzar las cerca de 120 millones de unidades al año. Este 2020 se han producido a nivel mundial más de 63 millones de bicicletas .

En una época en la que se está explorando el uso de autos sin conductor, muchos creen que el vehículo del futuro no tendrá dueños, sino que se alquilará mediante una aplicación en el teléfono móvil.

Si es así, el vehículo del futuro ya está aquí: ya hay miles de esquemas para compartir bicicletas en todo el mundo y su número va en aumento. También es posible alquilar algunas con motores eléctricos.

Beatriz Nuñez

Periodista de profesión desde el año 2003. Ese mismo año se involucró en la cobertura de deportes de motor y la industria automotriz, campo en el que se desempeña hasta el día de hoy. Tres veces nombrada por FECOM como la periodista mas destacada en el campo de los motores.

Publicaciones relacionadas

Mira también
Cerrar
Botón volver arriba