Richard Kilburn, camionero de la empresa Everyman Racing Driving Experiences, manejaba un portacarros abierto, con varios automóviles cuando de repente, realizó una maniobra que terminó con un final felíz.
Hablamos de un final feliz ya que, nadie resultó herido considerando que por la naturaleza del accidente, alrededor de siete ciclistas hubieran terminado con daños importantes o incluso muertos.
Kilburn transporta modelos como el Nissan GT-R, Bentley Continental GT Supersports, Jaguar F-Type o un Mercedes-AMG GT R Black Series.
Según Car and Driver, los transportaba desde el Circuito de Brands Hatch a Goodwood, evento de velocidad más importante del mundo.
En palabras del conductor a medios locales, la carga se desestabilizó al toparse con un pelotón de ciclistas en la vía, por lo que frenó con energía y la parte trasera del camión, es decir la plataforma, hizo efecto tijera.
Por suerte, pudo controlar el camión a tal forma de redirigirlo lejos de los ciclistas hasta quedar volcado a un lado de la vía.
Distintas fuentes consultadas hablan de que los daños se disparan hasta los dos millones de euros teniendo en cuenta el nivel top de los deportivos.
