La década de los 90 y principios de los 2000 fueron dorados para los rallies donde fabricantes como Subaru y Mitsubishi dejaron huella con modelos que actualmente son sumamente cotizados. En esta línea parece el Impreza WRC más caro de la historia.
Se trata de una unidad que fue pilotada por él británico Richard Burns, uno de los pilotos más populares de aquella época y que actualmente destaca por su perfecto estado excepto algunas marcas estéticas sufridas en competición.
Tras ser guardado por más de 20 años el modelo fue conservado en las mejores condiciones e incluso en su interior, tenía barras energéticas de la época para los tripulantes así como los mapas de ruta, el pasaporte técnico de la FIA entre otros objetos.
Gracias a todo el curioso historial con el que cuenta el modelo, ayudó a que fuera vendido hace unos días a través del sitio Collecting Cars, alcanzando una cifra final de 711,868 euros, esto según Motorpasión.
Dicha suma lo ha posicionado como el modelo más caro de la firma japonesa, que como es de esperar cada día aumentará su precio como objeto de interés del deporte y la joya de la corona para la colección de algún entusiasta adinerado.