Lewis Hamilton logró en Singapur su séptima victoria de la temporada tras una exhibición bajo los focos de Marina Bay.
El británico, además, recupera el liderato del campeonato tras el abandono por problemas mecánicos de Nico Rosberg. Por su parte, en el podio le acompañaron Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo tras un bonito duelo con Fernando Alonso en las últimas vueltas con los neumáticos de los tres en las últimas.
Lewis Hamilton ha dado un golpe de autoridad a este Mundial de 2014 al hacerse con su séptima victoria del año y, de paso, recuperar el liderato tras el abandono de Nico Rosberg en los primeros compases de la carrera. El británico lo hizo todo bien en las distintas fases de la carrera, incluso cuando apareció el Safety Car en pista y aún tenía que montar el neumático blando. Puso toda la potencia del W05 en marcha y no tuvo problemas para sumar un nuevo triunfo. Junto a él estuvieron en el podio los dos hombres de Red Bull, Sebastian Vettel y Daniel Ricciardo, tras un bonito final junto a Fernando Alonso luchando todos con sus gomas en las últimas y sin permitirse los errores de concentración.
La carrera en Singapur se presumía vibrante desde el comienzo con los dos hombres de Mercedes copando la primera línea una vez más. Sin embargo, al comienzo de la vuelta de formación, Nico Rosberg no fue capaz de engranar la primera marcha y tuvo que ser remolcado hasta el pitlane para arrancar desde allí el Gran Premio.
Otro hombre que no lograría tomar la salida en Singapur sería Kamui Kobayashi, que a la mitad de la vuelta de calentamiento tuvo que parar su monoplaza en la curva 6 con algún problema mecánico en su CT05.
Una vez se apagaron los semáforos, Lewis Hamilton mantuvo perfectamente la primera posición mientras que Fernando Alonso, que partía quinto, logró ponerse en paralelo con Daniel Ricciardo y Sebastian Vettel superándoles en la primera curva. Sin embargo, el español tuvo que irse largo en la segunda al no encontrar espacio para girar sin peligro de toque, por lo que devolvió rápidamente la posición a Vettel, que había ganado el duelo con su compañero de equipo.
La acción se investigó en esa misma vuelta, pero los comisarios decidieron que el de Ferrari no tenía que ceder su posición también a Ricciardo, por lo que continuó en la tercera posición encuadrado entre ambos Red Bull. Por detrás, la atención se centraba en Nico Rosberg, al que avisaban por radio de sus problemas con el embrague y con la primera marcha además de con el limitador de velocidad.
Las primeras vueltas no tuvieron demasiada acción con todos los pilotos en línea y Rosberg sin poder superar a Marcus Ericsson con graves problemas en su W05. Fue entonces cuando Adrián Sutil abría la ventana de las paradas en la novena vuelta para volver a montar el superblando, estrategia que seguirían también Massa, Hulkenberg, Raikkonen, Bottas o Vergne entre otros.
De estos hombres, el peor parado sería Kimi Raikkonen, que acabaría perdiendo la posición con Felipe Massa tras el paso por boxes del finlandés mientras que en la parte delantera Red Bull arriesgó entrando con sus dos pilotos en la misma vuelta junto a Fernando Alonso, realizando todos sus paradas sin problemas y manteniendo las posiciones.
El equipo austríaco buscaba adelantar su parada para recortar distancias con Lewis Hamilton pero el británico, con la carrera bastante controlada hasta el momento, entró en boxes, montó los superblandos de nuevo y salió con distancia suficiente con el alemán.
Peor le fueron las cosas al líder del Mundial, Nico Rosberg, que tuvo que entrar a realizar su parada mucho más lento que de costumbre y manteniendo la primera marcha metida para que le cambiasen el volante y, cuando le bajasen de los gatos, la inercia le hiciese arrancar. Sin embargo, no era la carrera del alemán y el coche no respondía por lo que, tras quince vueltas, se bajaba del coche finalizando así su Gran Premio.
Este golpe de teatro situaba a Lewis Hamilton en una posición inmejorable para que, si la carrera terminaba con él como vencedor, se situase como nuevo líder del campeonato después de verse con el agua al cuello tras lo ocurrido en Spa-Francorchamps.
En la zona media, Jean-Eric Vergne era sancionado con un stop&go de cinco segundos por exceder los límites de la pista mientras que en la parte delantera la acción se centraba en un Fernando Alonso con un gran ritmo que le permitía situarse en zona de DRS con Sebastian Vettel y alejarse al mismo tiempo de un siempre peligroso Daniel Ricciardo.
La carrera se acercaba a su ecuador y Felipe Massa, en la vuelta 23, realizaba una segunda parada que indicaba que su estrategia iría a tres paradas siendo así mucho más flexible en caso de que apareciese un Safety Car. Su compañero Valtteri Bottas seguiría el mismo ejemplo, colocando así a los dos Williams en una buena posición en caso de un golpe de efecto en la carrera.
Alonso acabaría entrando en la vuelta 25 tras exprimir al máximo su neumático superblando e intentar así superar a Vettel adelantando la parada. El español regresó a pista sin tráfico para poder apretar al máximo, lo que le sirvió para superar al alemán que entró en la vuelta siguiente aunque para montar en este caso el neumático blando, buscando una estrategia diferente para el final de carrera.
El líder de carrera, Lewis Hamilton, pararía en la vuelta 27 para montar de nuevo el superblando y dejar así el blando para la parte final. La parada no fue demasiado rápida al limpiar de suciedad su alerón delantero pero el colchón del británico era suficiente para regresar a pista sin problemas en buena posición. Daniel Ricciardo se quedaba como líder de la prueba durante una vuelta para entrar en la siguiente y montar el blando como su compañero Vettel.
Alcanzado el ecuador de la prueba y con algunas paradas aún por realizar en la zona media del pelotón, Lewis Hamilton lideraba por delante de Alonso, Vettel, Ricciardo, Button -aún sin parar-, Masa, Raikkonen, Bottas, Vergne y Magnussen en el top ten.
Con la carrera estabilizada, Sergio Pérez y Adrian Sutil se tocaban, lo que provocaba que el alerón delantero del mexicano se descolgase y acabase debajo de su VJM07 dejando la pista llena de fibra de carbono. Aparecía en escena el Safety Car.
En principio, esto beneficiaba sobremanera la estrategia de los hombres de Red Bull, que ya habían montado ambos compuestos mientras que Fernando Alonso y Lewis Hamilton aún tenían que colocar el blando, algo que esperaban hacer en la parte final. Sin embargo, en Ferrari mandaron entrar al español antes de que el pelotón volviese a juntarse y lograron que saliese justo detrás de Vettel y ya con el blando para intentar no volver a parar.
Por su parte, ya avisaban por radio a Vettel y a Ricciardo que realizarían una nueva parada para hacer un último stint de pocas vueltas con el superblando para atacar las posiciones de prestigio en Singapur. Mientras tanto, los hombres doblados superaban al Safety Car para colocarse en la parte trasera del pelotón y Adrián Sutil recibía un stop&go de 5 segundos por exceder los límites de la pista.
Tras ocho largas vueltas con el Safety Car en pista, se regresó a la acción en Singapur con un Lewis Hamilton poniendo toda la carne en el asador para abrir hueco con todos sus rivales. En tan sólo dos vueltas ya le había metido seis segundos a Vettel, ocho a Ricciardo y diez a Alonso.
A 20 vueltas para el final le indicaban a Sebastian Vettel por radio que la estrategia cambiaba y que tenía que aguantar sus neumáticos hasta el final ya que Ricciardo y Alonso intentarían lo mismo mientras que Hamilton tenía que abrir todo el hueco posible para poder entrar a boxes, montar el blando e ir a por ellos a final de carrera.
En la parte trasera Adrian Sutil acababa retirándose en un nuevo fin de semana desastroso para Sauber con sus dos pilotos fuera de carrera.
Los mensajes por radio se sucedían con los cuatro hombres de cabeza y a Hamilton le pedían siete vueltas más en pista con el superblando para lograr abrir el hueco suficiente con sus rivales. Necesitaba unos 28 segundos para salir primero y por el momento había logrado 14 sobre Vettel.
Con el paso de las vueltas, Hamilton aumentaba su ventaja que ya rondaba los 20 segundos con Vettel mientras que Fernando Alonso se acercaba a un Ricciardo que daba espacio a su compañero de equipo consciente de que sus gomas eran las más gastadas. El piloto de Mercedes cada vez le ganaba menos tiempo por vuelta a sus rivales pero el suficiente como para salir entre los dos Red Bull e intentar superarles en pista con gomas mucho más frescas.
El británico aguantó todo lo posible para entrar en la vuelta 52 a montar el neumático blando. Salió de boxes en segunda posición justo por detrás de Vettel, al que rápidamente acosó y superó con el DRS un giro después para recuperar el liderato.
La acción se centraba entonces en la lucha por los otros dos cajones del podio entre los dos hombres de Red Bull y Fernando Alonso con ruedas algo más frescas y cuidadas tras los primeros giros después de la marcha del Safety Car. Tanto Ricciardo como Alonso se pegaban a un Vettel que sufría mucho con las gomas pero aguantaba al máximo aprovechando lo difícil que es adelantar en el trazado de Marina Bay. Por detrás, otra lucha bonita era en la que se encuadraban Bottas, Raikkonen, Vergne, Hulkenberg, Magnussen y Pérez por las plazas de la sexta a la undécima.
Vergne por el momento ganaba la partida a todo este grupo aunque aún se le tendían que sumar cinco segundos del stop&go por exceder los límites de la pista. El francés acabaría metiéndole siete segundos a su predecesor, aguantando así la sexta plaza por detrás de Felipe Massa. Pérez, Raikkonen, Hulkenberg y Magnussen completarían los puntos en los que no entraría un Valtteri Bottas en las lonas.
Lewis Hamilton lograba finalmente la victoria en Singapur, la segunda en este circuito en una carrera que acabó por tiempo y no por vueltas. El británico sumaba así su séptima victoria del año que, además, le serviría para recuperar el liderato del Mundial. En el podio le acompañaron Sebastian Vettel, que aguantó con sus neumáticos desgastados, y Daniel Ricciardo. Fernando Alonso no pudo atacar al australiano por el tercer escalón del podio pero logró una cuarta posición muy meritoria después de que el Safety Car alterase su estrategia.
La general queda ahora con Lewis Hamilton en cabeza con 241 puntos por 238 de Nico Rosberg, 178 de Daniel Ricciardo, 133 de Fernando Alonso y 124 de Sebastian Vettel completando el top 5.
Por: Caranddriverthef1.com