El británico Max Mosley, presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) de 1993 a 2009, murió a la edad de 81 años, anunció este lunes el expresidente de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone.
El británico dominó la escena del deporte del automóvil mundial durante un cuarto de siglo, cumpliendo tres mandatos al frente de la potente FIA.
Mosley padecía un cáncer. “Max era de la familia para mí. Éramos como hermanos. Estoy contento por un lado porque estaba sufriendo desde hace demasiado tiempo”, dijo Ecclestone a la agencia británica PA.
“Nos hemos quedado tristes al saber que el expresidente de la FIA, Max Mosley, no está ya con nosotros”, reaccionó, por su parte el organizador del Mundial de la prueba reina del automóvil, hablando de “una gran figura en la transformación de la Fórmula 1”.
Varios episodios polémicos marcaron su vida. Max Mosley era hijo de Oswald Mosley, fundador en los años 1930 del partido British Union of Fascists, que se volvió a casar en Alemania en presencia de Adolf Hitler y de Joseph Goebbels.
Nacido en Londres el 13 de abril de 1940, el expatrón de la FIA había sufrido también un drama familiar cuando su hijo, Alexander (de 39 años), que sufría depresiones, falleció debido a una sobredosis de cocaína, en 2009.
Piloto y abogado
Tras haber estudiado física y después derecho en Oxford, se convirtió en abogado.
Pronto desarrolló una atracción por las carreras automovilísticas, que le llevó a entrar en el seno del equipo de Fórmula 2 Brabham y Lotus, hasta su retirada como piloto en 1969.
Después fue cofundador y dirigente de escudería antes de ocupar diversas funciones dentro del mundo del automóvil, incluida la presidencia de la FIA.
Durante su mandato, ocurrió la muerte en carrera del brasileño Ayrton Senna, en el Gran Premio de San Marino en 1994, que desembocó en una reforma de las políticas de seguridad en los circuitos.
Max Mosley cedió el mando de la FIA al francés Jean Todt en 2009, tras haber estado envuelto en un escándalo por una supuesta “orgía nazi”, según una publicación británica.
En aquel asunto, en julio de 2008, ganó más de 76.000 euros (92.570 dólares) por daños y perjuicios al semanario dominical News of the World, que fue el origen de esta publicación.
La justicia británica estimó que la escena sexual sadomasoquista, de la que el diario había difundido fotos y un video en su sitio internet, no tenía connotación “nazi” y que la grabación del video no estaba justificada por el derecho del público a la información.
Por: AFP