Fernando Alonso llegó a tener la velocidad de despegue de un Boeing 747 cuando su coche se puso sobre dos ruedas en el Gran Premio de Estados Unidos. Lo explicó el periodista, ingeniero y analista técnico Sam Collins en el programa posterior a la carrera del servicio de streaming oficial del Gran Circo F1 TV.
Collins comparte que el Alpine llegó a adquirir la velocidad de un avión comercial cuando le golpeó Lance Stroll en Austin.
“Apunta hacia arriba y la razón de esto es que si miramos los datos, la velocidad de ese coche eran 296 kilómetros/hora cuando apuntaba hacia el cielo. Si queréis saber por qué apuntaba al cielo, es la velocidad de despegue del Boeing 747“, ha detallado Collins.
“Adquirió más velocidad que la que necesita un avión como un Cessna 172, estos despegan a 177 kilómetros/hora. La superficie de las alas es similar a la superficie del suelo del Alpine. Un momento terrorífico para el piloto de Alpine”, ha expresado Collins para cerrar.
Aquí pueden ver el análisis de Collins a partir del minuto 15.