Sepang fue el escenario de una de las carreras más raras disputadas nunca el sábado, ya que ningún monoplaza logró llegar a la línea de meta en el tercer evento de la temporada de Fórmula 4 del campeonato del sudeste de Asia.
El incidente que tuvo Romain Grosjean con una rejilla de un alcantarillado en la segunda sesión de entrenamientos libres pospuso la F4 a la mañana del sábado. La primera de las carreras discurrió sin contratiempos, pero al final de la segunda, los coches comenzaron a quedarse sin combustible.
El hombre de la Pole Position, Danial Frost, que había abierto bastante ventaja, se paró junto con otros tres coches en la vuelta seis de una carrera de ocho giros y tres monoplazas más se detuvieron a la siguiente vuelta.
La organización decidió sacar un coche de seguridad, pues los coches que se pararon estaban en posiciones peligrosas. En la última vuelta, sólo rodaba Kane Shepherd, que a pesar de ir lento, también se quedó sin gasolina en la Curva 2, lo que dejó sólo al coche de seguridad en pista.
Aunque en un principio se declaró a Shepherd ganador, finalmente se decidió recortar la carrera a cinco vueltas y ya que entonces el líder era Frost, se le otorgó a él la victoria. Al parecer, el problema con el combustible se produjo porque no se hicieron bien los cálculos respecto a la gasolina que se necesitaría para completar las dos carreras.
Normalmente se celebran de forma separada estas dos pruebas, pero el incidente con la rejilla del alcantarillado alteró las agendas de la subcategoría y les afectó más de lo que jamás podrían haber imaginado.