Ante los comentarios de algunos pilotos quienes han aquejado falta de navegación en la presente edición, el director deportivo les advierte que en la segunda semana los retos aumentarán.
La primera mitad del Rally Dakar 2016 está por llegar a su fin este sábado en salta. El domingo será el tradicional día de descanso; pero, para algunos competidores, esta edición ha carecido de dificultades de navegación, permitiendo que todo se convierta en una carrera de velocidad y no en un rally-raid.
Marc Coma, director deportivo, pide paciencia a los ansiosos de poner a prueba sus capacidades de ubicación y adelanta que la primera semana apenas es un prólogo de lo que espera a los participantes a partir del lunes.
“La segunda semana el rally cambia completamente y será muy dura. A medida que han pasado los días hemos visto como ha ido aumentando la dureza y sería así durante la segunda semana”, expresó el español.
Ante las críticas de algunos de los participantes simplemente responde que aún es temprano para juzgar la edición 2016 de la prueba del deporte motor más extrema.
“Creo que tenemos que hacer la lectura al final del rally porque por ahora sería injusto valorarlo cuando no hemos llegado al descanso. Necesitamos la foto completa del rally y los pilotos van a encontrar navegación y además será difícil”.
La organización promete que con la entrada de la competencia a Fiambalá, Argentina, se acabarán los caminos similares a los del WRC y que favorecieron a Sébastien Loeb en los primeros días en la categoría de autos, para dar paso a las dunas y a los terrenos quebrados que podrían cambiar el liderato de las categorías, sin embargo, para algunos otros, la ausencia de Chile y el desierto de Atacama ha pesado en la presente edición.
Un reto complicado
Hace tan solo cuatro meses, el Rally Dakar se enfrentó a un nuevo reto: reorganizar la ruta ante la partida de Chile, nación que decidió direccionar sus recursos económicos para hacer frente a contingencias naturales, una situación complicada de sortear.
“Ha sido complejo tener la ruta luego de que en agosto tuvimos que rearmar todo el recorrido y prácticamente es nuevo”, indicó Coma quien no considera que la ausencia de Chile afecte a la dificultad de la prueba.
“Este Dakar no tiene nada que envidiar a otros ediciones. Estamos hablando de un prueba de dureza, dificultad, muy parecido o mayor al de otros dakares”.
Sin embargo, Coma no descarta el regreso de Chile en la siguiente edición, pero para él también es importante explorar nuevos territorios. Paraguay ha alzado la mano para ser parte de la nueva ruta.
“Chile ha estado siempre en el Dakar y se ha convertido difícil pensar en un Dakar en Sudamerica sin Chile y me encantaría que estuvieran de nuevo, también Perú, pero también sería bueno ir descubriendo nuevos países porque esta es una carrera en evolución; pero es cierto que Chile es parte del corazón del Dakar”.
Su nueva faceta
Marc Coma camina por el bivouac, convive con los competidores y trata de no estar encerrado en una oficina, porque para él, la única forma de realizar su función de director deportivo, es estando con los pilotos.
“Me gusta saber qué piensan y por eso estoy con ellos”, sin embargo, también denota un espíritu protector, especialmente con sus colegas motociclistas. “Intentaré siempre cuidarlos lo mejor posible desde mi posición, porque ellos son los más expuestos en la carrera”.
Mientras está en la clásica junta de la noche, Coma es reconocido por antiguos compañeros de su exequipo KTM, pero también por viejos rivales. Categórico, señala que no extraña las competencias.
“Sinceramente no. La verdad es que esperaba a saber las sensaciones que tendría aquí y estoy contento con la decisión que he tomado”, expresó Coma quien considera “creo que aún no he aportado mucho a la carrera, pero sé que lo iré haciendo”.
Si bien pudo haber peleado por un sexto Dakar con KTM en 2016, eso ya no está en su mente. “Estoy contento, ilusionado, involucrado al 100 por ciento en esta faceta, además de muy contento de lo que logré como piloto”.
Vía MotorSport
