“Todavía es pronto para pensar en lo que pasará más adelante. La próxima temporada podría ser la última… o no”. Con estas declaraciones contestaba Valentino Rossi al periodista del medio francés Moto Revue cuando le preguntaba sobre si es cierto que colgará el mono a finales de la temporada 2018. Unas palabras, por cierto, pronunciadas en su famoso rancho de Tavullia.
¿Queda entonces Rossi para rato?, se preguntarán los aficionados de MotoGP. El italiano es único y sigue teniendo ganas de ganar carreras como si fuera el piloto más novato de Moto3. Además, tiene una cuenta pendiente: el décimo mundial.
“Esta vida me mantiene joven. Para mantenerse al día con la nueva generación, hay que trabajar como un atleta. Entrenar sin descanso por lo menos te permite sentir el peso de los años“, ha comentado el de Tavullia en la misma entrevista. “Decidiré después de las primeras carreras. Por ahora, estoy concentrado en el Mundial actual”, sostiene el nueve veces campeón del mundo.
“Por ahora, mi prioridad es MotoGP”, sostiene. Tras la caída en Le Mans, Maverick Viñales le arrebató el liderato al italiano. La ventaja que le saca es importante, aunque todavía queda mucho mundial. Sin embargo, muchas son las voces que señalan que este ya no será el año que Rossi se corone campeón del mundo por décima vez. Sus millones de fans no lo creen así.
Pero hay otra piedra en el camino de Il Dottore hacia la gloria: Mugello. Su participación en la carrera de casa este próximo fin de semana en Italia todavía es duda por su caída practicando motocross hace unos días. Aunque los médicos descartaron lesiones graves, todavía tienen que darle el visto bueno para que el italiano pueda correr en uno de sus circuitos talismanes.