Sébastien Ogier está muy cerca de lograr su cuarto triunfo consecutivo en el Rally Montecarlo y conseguir su primera victoria al volante de un Ford Fiesta RS WRC 2017 con su nuevo equipo, el M-Sport. El piloto francés se encontró con el triunfo de forma inesperada después de ver como Neuville se defendía de todos sus ataques con mucha seguridad y firmeza durante toda la jornada del sábado. Pero la suerte se puso del lado del campeón, y a mitad de la última especial del día (SS 13), el belga sufrió un pinchazo y la suspensión trasera de su Hyundai i20 Coupé WRC 2017 se vio afectada y se vio obligado a parar. No sabemos si el vigente subcampeón del mundo es supersticioso, pero de bien seguro que desde este sábado el número 13 le traerá malos recuerdos. Precisamente en la especial 13, en el kilómetro 13.8, el destino quiso que todo el trabajo realizado durante el fin de semana quedara en nada. “A la salida de una curva lenta, la parte trasera del auto se me fue y se golpeó con algo”, lamentó el que parecía claro favorito al triunfo final.
El belga había conseguido aumentar su ventaja con Ogier en las primeras dos especiales matinales hasta superar el minuto de colchón, y a partir de ahí empezó a tratar de controlar la carrera ante un ‘Seb’ que sabía que debía arriesgar para arañar algunos segundos. Lo intentó en el tramo 12 y se salió levemente de la carretera, pero esta vez, la suerte volvió a estar de su lado, puesto que pudo volver a pista sin ningún problema para hacerse con el liderato de la histórica prueba ante su público en el tramo siguiente.
“Lo siento por Neuville. Ha hecho un gran rally con un ritmo fabuloso. Hemos tenido un poco de suerte ya que hemos cometido algunos pequeños errores, pero en Montecarlo se necesita un gran margen para ganar”, apuntó el galo, recordando el componente de emoción e incertidumbre que siempre acompaña a dicha prueba. Cierto es también que Ogier vio recompensada su insistencia. Pese a estar lejos de Neuville nunca renunció al triunfo y no tiró la toalla, demostrando una vez más su gran mentalidad de campeón, en pensando en lograr el máximo número de puntos para la general.
Tras los problemas del subcampeón, el nuevo líder encarará la última jornada del Rally Montecarlo con 47”1 de ventaja sobre su compañero de equipo Ött Tänak y con más de 2’20” de Latvala, que podría terminar en el podio en su primer rally con el Toyota Gazoo Racing.
De acabar así, sería el estreno soñado de M-Sport en la temporada de los WRC de nueva generación, eso sí, muy conscientes de que Ogier y su equipo deberán trabajar muy duro para superar a Neuville esta temporada, ya que hasta el pinchazo se mostró intratable con su i20.
Sordo, que no pudo encontrar un buen ritmo en todo el fin de semana, completó una jornada para olvidar para Hyundai en la SS13 al romper la dirección asistida de su auto, lo que le relegó a la perder una plaza en la general con Craig Breen.
Por: Mundo Deportivo
