Tras el fallo del motor en el primer tramo que lo dejó fuera del Rally de Poás, Remy Espinoza ya compró uno nuevo en Estados Unidos
La gran final del Campeonato Nacional de Rally nadie se la quiere perder y es por ello que los equipos se están preparando desde que finalizó el Rally de Poás.
Tal es el caso de Remy Espinoza. En las horas posteriores al rally su equipo desarmó el auto para confirmar que el motor estaba trabado.
“Hubo una falla en la lubricación, la bomba de aceite se dañó y provocó un desgaste importante. Desde antes del tramo nos dimos cuenta que estaba mal pero en el TC1 iba con la mitad de la potencia y hasta se prendió la luz de aceite, no había nada que hacer y por eso pedimos un motor nuevo”, aseguró Espinoza.
El motor se compró en Estados Unidos y si todo sale bien llegará mañana a Miami. Una vez ahí, se calcula una semana para que llegue al país y se saque de la aduana.
“La idea es que el motor esté fuera el 13 o 14 de este mes, luego nada mas lo montamos y nos dedicamos a aflojarlo porque por lo demás el carro está listo para correr”.
La final del campeonato se correrá el 1 de octubre y para esa prueba Espinoza correrá con Justine Altmann de copiloto. Se está valorando bajar un poco mas de peso en el Evo y además traer a un técnico mexicano para que les ayude con la electrónica.
