El compresor eléctrico es ya una realidad en el mercado, siendo el Grupo Volkswagen y más concretamente Audi el primer fabricante en llevarlo a producción en serie de la mano del Audi SQ7. El siguiente modelo del grupo en emplear esta tecnología ha sido el Bentley Bentayga en su primera e histórica versión con motor diésel pero… ¿Por qué Porsche no se ha animado a emplear esta tecnología tan innovadora y fácilmente adaptable al nuevo Porsche Panamera?
Con el lanzamiento del nuevo Porsche Panamera descubrimos que el fabricante de Stuttgart había decidido emplear el mismo bloque 4.0 V8 turbodiésel estrenado por el Audi SQ7, sin embargo por el camino había olvidado el revolucionario compresor eléctrico. Con 422 CV potencia y 850 Nm de par, lo cierto es que las pérdidas en rendimiento al decir adiós al compresor eléctrico son mínimas. Apenas 13 CV y 50 Nm de par. Visto de este modo, la decisión de Porsche no parece descabellada.
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Pero hasta la fecha no sabíamos a ciencia cierta por qué en Porsche habían decidido prescindir de semejante avance tecnológico, a sabiendas además de que el Panamera ha tomado para sí todas las innovaciones habidas en Porsche y en el Grupo Volkswagen para convertirlo en un escaparate tecnológico sin rival: eje trasero direccional, gama de propulsores de nueva factura, chasis activo PDDC, estabilizadoras activas y caja de cambios PDK de 8 relaciones. Por decirlo de alguna manera, el compresor eléctrico habría sido una pequeña guinda en un pastel muy grande.
En estos momentos estamos sumergidos en la presentación en España del nuevo Porsche Panamera, motivo por el que hemos podido hablar con ingenieros de la marca para averiguar las razones detrás de este tema. Según nos aclaran desde Porsche, con el desarrollo del nuevo Panamera se buscó ofrecer un talante aún más deportivo, motivo por el que el desarrollo del nuevo cambio PDK y su uso por todas las motorizaciones era una condición obligada. Del Diésel al Turbo, pasando por la variante híbrida enchufable.
Porsche entiende la deportividad junto a un cambio muy rápido y directo, descartando el diseño por convertidor de par en favor de los cambios de doble embrague en los que se han especializado. La llegada del compresor eléctrico representa un paso adelante en respuesta para los motores turboalimentados, pero el nuevo cambio PDK aún no está preparado para trabajar con este sistema, sistema que además por el momento ofrece una muy leve mejoría en un motor de la envergadura del 4.0 V8 diésel.
Esto no significa que Porsche esté dando la espalda al compresor eléctrico, más bien todo lo contrario. En Porsche nos confirman que el compresor eléctrico llegará a su gama pronto, pero lo hará ofreciendo una diferencia de rendimiento más apreciable y posibilitando que todos los componentes del vehículo ofrezcan la fiabilidad y el comportamiento que exigen a todos sus grupos motopropulsores.
Vía DiarioMotor