Honda es conocido a nivel global por sus carros confiables así como por su gran capacidad de mejorarlos gracias a ofrecer una base sólida tanto en calidad como en deportividad, todo esto se debe en gran parte a la tecnología Control Variable de Válvulas y Control Electrónico de Válvulas (VTEC) que actualmente es de las más respetadas en la industria.
Antes de entrar de lleno en detallar esta tecnología hay que recordar que los motores de gasolina requieren cuatro elementos para generar potencia: aire, combustible, compresión y una chispa que los detone. Para entender bien el sistema VTEC nos centraremos principalmente en la parte más ligera de esta ecuación, el árbol de levas y sus válvulas.
En este mecanismo, cuánto se abren y cierran las válvulas y, por lo tanto, cuánto aire accede al motor se activan los puntos elevados conocidos como lóbulos que, a medida que el árbol de levas gira, empujará las válvulas para abrirlas y luego las cerrará mediante balancines así generando más potencia.
En un motor tradicional el árbol de levas abre y cierra las válvulas y sus lóbulos son todos del mismo tamaño. En el motor VTEC, el árbol de levas tiene dos tamaños de lóbulo diferentes: dos externos de tamaño estándar y un lóbulo central más grande.
De esta forma, a rpm más bajas, solo los lóbulos externos controlan las válvulas; a medida que el motor comienza a girar más rápidamente, el lóbulo central se hace cargo y las válvulas se abren cada vez más rápido, lo que resulta en una explosión repentina de velocidad y un mejor rendimiento.
Este sistema se aprovecha mejor en los modelos manuales que generalmente los conducen a altas revoluciones, es por esto que en las competencias son muy populares, así como en las calles donde se pueden observar múltiples ejemplares circulando siempre al tope.
