Ver, sentir y conocer a fondo un superdeportivo japonés no se hace todos los días, pues bien, durante un evento que celebró el 30 aniversario de la firma en el país, la prensa especializada de todo el mundo pudo apreciar dos LFA en vivo, uno de ellos vive en Costa Rica y pertenece a Javier Quirós.
Gracias a su motor 4.8 litros V-10 de aspiración natural y derivado de la Fórmula 1, el sonido del LFA es impactante.
“Nunca he escuchado un auto que suene así de bien, en mi vida, el rugido es tan pronunciado y natural, que se me puso la piel de gallina mientras conducimos a más de 25 grados”, comentó Miguel Cortina, integrante de Motor Trend, al probarlo en Papagayo Guanacaste.
Con 552 hp y 354 libras-pie de torque, el LFA es un vehículo creado para demostrar al mundo de lo que es capaz la firma en temas de alto rendimiento.
“Cada vez que Yasukawa pisaba el acelerador, mi espalda era fuertemente empujada contra el respaldo. La transmisión automática con embrague manual de seis velocidades hace los cambios como si uno estuviera dentro de un auto de carreras”, dijo el redactor.
Este superdeportivo japonés se destaca por su gran aplomo en las curvas y aunque sea tracción trasera, entra de forma natural sin poner en peligro la pérdida de control del mismo.
“Las ruedas se pegan a la carretera, y la suspensión hace un gran trabajo. Uno puede sentir cómo el coche entra a las curvas de forma natural. Estoy seguro que Yasukawa lo pudo haber conducido incluso más fuerte, pero hay que ser cuidadosos en las calles públicas de Costa Rica”, afirmó Cortina.
Importante destacar que solo hay 500 unidades en el mundo y que cada uno de ellos tenía un precio inicial de alrededor de $375,000 dólares. El auto de Quirós es el VIN 14, número con el que competía en automovilismo. Los rumores dicen que inicialmente no obtuvo el VIN 14, pero después lo logró tener.
