Las nuevas normas medioambientales están poniendo en peligro los motores de alto rendimiento, especialmente los de Dodge, quien un portavoz de la marca ha adelantado que dichos propulsores como el Hellcat, tienen los días contados.
Dichas palabras llegan desde Tim Kuniskis, CEO de la marca en una entrevista al medio CNBC Kuniskis, acertando en la desaparición pero, adelantando que la potencia en otros motores no será un motivo de preocupación.
Enfatiza que lo que sí se podría perder, sería el sonido característico de los V8, pero de alguna u otra forma, los motores de combustión junto con los eléctricos están destinados a vivir en complemento, esto mientras se pasa de una vez por todas a lo completamente eléctrico.
En la entrevista, no se mencionó cuándo llegaría la desaparición de los motores puros y duros, como el que se monta en el Challenger, así como la presentación de sus productos electrificados.
Destacar que el modelo más reciente en montar un conocido y respetado propulsor Hellcat es el RAM 1500 TRX, modelo que gracias a sus 702 hp y 650 lb-pie, es el más potente del mercado de su segmento.