La firma de superautos seguirá apostando al motor W16 quad-turbo en un contexto donde la electrificación ha ganado peso y todos los fabricantes apuntan a motores más pequeños y eficientes.
Para Stephan Winkelmann, presidente de la compañía, está más que claro de que la motorización de sus vehículos será igual de vigente en la década entrante.
Winkelmann expresó que la misión de Bugatti es ofrecer algo distinto, al resto de marcas del Grupo Volkswagen, y es ahí donde entra en juego una mecánica que difícilmente resistirá la era del auto eléctrico.
“Si se híbrida, se sustituirá la batería, pero no será lo original. El motor de combustión adquirirá valor. La gente compra Bugattis porque quieren disfrutar de su rendimiento excepcional, pero también porque los ven como una inversión”, expresó.
En esa línea el directivo sigue la tradición de los últimos de la firma donde los modelos de alto desempeño impulsados por gasolina, calidad de materiales y motores de alta cilindrada y poderosos seguirán ofreciendo beneficios a la compañía.