La Fórmula Uno elaboró un ranking con los pilotos más rápidos de la historia basado en el análisis objetivo de los datos de velocidad acumulados desde 1983, que ubica al brasileño Ayrton Senna, en primer lugar.
Senna se impuso al alemán Michael Schumacher, al británico Lewis Hamilton, al holandés Max Verstappen y al español Fernando Alonso, que en ese orden completaron el Top 5.
En colaboración con Amazon Web Services (AWS), la F1 elaboró un algoritmo en el que se basa el estudio que originó este ranking, estructurado de acuerdo con la velocidad en las sesiones de clasificación, por ser el momento en que los pilotos conducen más rápido a lo largo del fin de semana de un Gran Premio, y tiene en cuenta su rendimiento por vuelta.
“El software de aprendizaje automático de AWS revisó las hojas de tiempo de cada sesión de calificación desde 1983, eliminando los valores atípicos y normalizando los datos para crear una red compleja de desempeño de los conductores en relación con sus compañeros de equipo”, informó la F1 en un comunicado publicado este martes.
Para el estudio debían seguirse algunas reglas que creen datos significativos. Por ejemplo, los compañeros de equipo de los pilotos tenían que haber completado al menos cinco sesiones de clasificación entre sí antes de ser comparados.
Factores como la edad se tomaron en cuenta, mientras que si un piloto regresaba al deporte después de tres o más temporadas fuera de la F1, también se consideró.
“La clasificación se realiza en función de la diferencia de tiempo de vuelta, creando una especie de sesión de calificación megahipotética, imaginando a todos los pilotos enfrentados entre sí en el mismo auto durante una vuelta”, explicó la F1.
Estos estudios sugieren que Senna ocuparía la pole position, con ventaja de 0.114 segundos sobre Schumacher y 0.275 s por delante de Hamilton.
El brasileño logró 65 poles en su carrera, y aunque esa cifra fue posteriormente superada por Michael Schumacher y Lewis Hamilton, segundo y tercero respectivamente en el Top 20, ambos pilotos siempre se han apresurado a reconocer que Senna habría alcanzado muchas más poles si no hubiera perdido la vida en el GP de San Marino, en 1994.