La FIA anunció su casco obligatorio para 2019. Deberán usarlo los pilotos de los campeonatos ‘top’, es decir, Fórmula 1, F2, F3 o Fórmula E. El objetivo es claro: proteger todavía más la cabeza del piloto. El organismo entiende que la inclusión del Halo no es suficiente y busca reducir todo lo que pueda, la opción de que un impacto de una pieza, por ejemplo, llegue al cuerpo del competidor.
Después de trabajar con distintos fabricantes, Laurent Mekies, director de seguridad de la FIA, dio las normas básicas de este casco estándar:
La visera, más cerrada, tendrá una abertura de 10 mm e incorporará protección antibalas.
Los cascos tendrán que sermás abiertos por los lados. Esto garantiza una mayor protección lateral. Sigue la norma ya impuesta de los reposacabezas en cada monoplaza.
El caparazón está realizado con nuevos materiales para mejorar resistencia a roturas y penetraciones.
Se han mejorado los test de impacto con diferentes velocidades y masas.
Estos son algunos de los test a los que obliga nueva normativa FIA 8860-2018:
Impactos a 8.5m/s, 8.5 y 6m/s.
Protección balística: Disco d 225g lanzado a 250km/h
Rotura: Peso 10kg lanzado d 5,1m
Penetración: Punzón d 4 kg lanzado a 7,7m/s
Visera: Balazo d 1,2g
Exposición a 790 grados centígrados