El Papa ha recibido un regalo muy especial, un Lamborghini Huracán. A pesar de que es lo que casi cualquiera querría para esta Navidad, lejos de quedarse esta máquina valorada en más de 200.000 dólares, ha decidido subastarlo mediante la casa Sotheby’s y donar lo recaudado a fines benéficos, según ha informado la agencia de noticias italiana ANSA. El modelo lo ha recibido de la mano de Stefano Domenicali, CEO de la marca italiana de deportivos.
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Estos ingresos se destinarán a tres proyectos importantes. En primer lugar, a la reconstrucción de la Llanura de Nínive, mediante la Fundación de Derecho Pontificio ‘Ayudar a la Iglesia a Sufrir’. El proyecto, según explica El Vaticano, consiste en asegurar el retorno de los cristianos, que han tenido que vivir como desplazados durante tres años, a este lugar de Irak, gracias a la reconstrucción de sus viviendas, instalaciones públicas y lugares de culto. “Finalmente regresan a sus raíces y recuperan su dignidad”, explican desde este organismo religioso.
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Otra parte de lo recaudado irá a la Comunidad Papa Giovanni XXIII, compuesta por mujeres víctimas de la trata y la prostitución, con motivo del décimo aniversario de la muerte de Oreste Benzi, sacerdote conocido por dedicarse a salvar a las mujeres de la prostitución y el 50º de la creación de la propia comunidad. La cantidad restante irá a parar a dos asociaciones italianas, que operan principalmente en África, la GICAM y Amigos de África central, que han estado trabajando con proyectos dedicados especialmente a mujeres y niños.
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