El Dakar 2020, una edición controvertida del célebre rally, que tendrá lugar por primera vez en Arabia Saudita, se disputará del 5 al 17 de enero y arrancará en Yeda, anunciaron este jueves los organizadores y los responsables sauditas en las afueras de Riad.
Con vídeos del desierto y “paisajes impresionantes” como apoyo a la conferencia de prensa de presentación, las autoridades locales y el organizador ASO afirmaron estar preparados para abrir el “capítulo 3” de este mítico rally, a pesar de las denuncias de varias ONG pro Derechos Humanos.
“Hoy comienza una nueva página del Dakar en Oriente Medio”, declaró el príncipe Abdulaziz bin Turki Al Faisal Al Saud, presidente de la Autoridad de Deportes del reino wahabita.
“El Dakar va a mostrar la auténtica cara de Arabia Saudita”, añadió el príncipe Khalid bin Saultan Abdullah Al Faisal, presidente de la Federación de Deportes de Motor del país, en declaraciones a la prensa en Al Qiddiya, donde un gigantesco complejo deportivo y de ocio se construirá en los próximos años, a 40 kilómetros de la capital saudita.
Es allí donde terminará el rally Dakar el próximo mes de enero.
Después de 29 años en África, entre su creación en 1978 y 2007, y luego 11 años en Sudamérica para eludir las amenazas de atentados, el Dakar conocerá otro continente.
Por motivos económicos y meteorológicos, continuar la aventura en Sudamérica se había convertido en un rompecabezas para los organizadores y ASO firmó una colaboración de cinco años con Arabia Saudita.
Entre las dunas, el desierto, las montañas y cañones, “el terreno de expresión” es ideal, celebró David Castera, el nuevo patrón del Dakar.
Preguntado por varios periodistas sobre la cuestión de los Derechos Humanos en Arabia Saudita, David Castera afirmó haber encontrado “una mano tendida” en ese país.
“Nos hemos planteado preguntas” pero “hay una voluntad de apertura”, señaló.
La Liga de Derechos Humanos y la Federación Internacional de Ligas de Derechos Humanos pidieron este miércoles a France Televisions, la emisora que retransmite el evento en Francia, que denuncie ante ASO “una colaboración contraria a sus principios y valores”.
“El dinero público no tendría que contribuir a una nueva operación de seducción de un Estado saudita sospechoso de crímenes de guerra en Yemen y que realiza una represión implacable contra defensores de las libertades”, se quejaron las ONG.
Por: AFP