Las prácticas de ayer en el CTCC tuvieron un final amargo para Gustavo Ortega, luego de salirse en curva cinco y golpear muy fuerte el muro, su accidente más fuerte desde que compite en la categoría.
¿La causa? Desafortunadamente Ortega frenó justo sobre un pequeño charco con agua, por lo que los neumáticos perdieron el contacto con el asfalto, y el carro se fue descontrolado contra el muro a una velocidad aproximada a 130 km/h.
El Toyota Corolla quedó bastante dañado en la parte delantera, con el chasis doblado, por lo que solo quedaba una solución, buscar otro chasis.
Ayer mismo, Ortega con ayuda de Donald Formal y otras personas se pusieron manos a la obra con el objetivo de poder correr este fin de semana. Llegaron a un acuerdo con Macho Cárdenas de Parque Viva, y los mecánicos empezaron los trabajos de preparación en el nuevo chasis.
“Sucedió algo impresionante, que nunca había visto, Manfred, Eduardo, mis mecánicos y otros mecánicos se acercaron a ayudarnos y comenzaron a trabajar después del accidente. Ayer me fui a las 11:30 pm y ellos seguían trabajando, me cuentan otras personas que ellos salieron como a la 1:30 de la madrugada. Hoy cuando llegué el carro estaba prácticamente listo, faltaban unos detalles y alinear, de verdad que no tengo palabras para agradecerles”, aseguró Ortega.
Hoy, al auto se le hicieron los últimos detalles y el piloto Piero Rodarte le dio un par de vueltas para confirmar que mecánicamente todo funcionara correctamente. Mañana Ortega tendrá oportunidad de rodar unas pocas vueltas para acostumbrarse al auto y hacer los ajustes que el tiempo y las llantas usadas les permita.
En el nuevo chasis dejaron el motor, transmisión y suspensión que tenía, y le pasaron el tren trasero, la barra y otros componentes del auto de Ortega.
Una vez más se demuestra que cuando de competir se trata, en los deportes de motor el trabajo y el sacrificio pasan a un primer plano.