La TGCA fue concebida pensando en competencias regionales en el corto plazo, esta categoría y la ST son hermanas, sin embargo en Costa Rica la situación actual es difícil…
Los pilotos guatemaltecos han estado observando detenidamente el desacuerdo que se ha suscitado en Costa Rica por los pesos de la ST, en cierta forma les ayudó para tomar las previsiones y mejorar aún más su reglamento que fue publicado recientemente.
Guatemala aprobó el reglamento sobre una base primordial, la equidad y el rendimiento de los equipos. “Lo que se buscamos es igualdad de condiciones en una categoría de bajo costo, que el piloto que gane demuestre capacidad y desarrollo de chasis y que su triunfo no sea por potencia, queremos que todos estén iguales dentro de lo que se pueda”, afirmó Marco Morales, uno de los colaboradores del reglamento chapín.
¿Pero cómo ven ellos lo que sucede en nuestro país? Puro Motor conversó con Morales y Tayo Gamalero para conocer sus puntos de vista.
“Es un problema difícil, los dos bandos tienen argumentos para defender su posición. Los Valverde son un equipo profesional y bien preparados, hay tres equipos más que se están en un nivel parecido y todos están luchando con equipos de bajo presupuesto, a nivel de preparación y manejo ellos son los mejores pero con el peso no se deben compensar las cosas”, agregó Morales.
Gamalero fue más allá y aparte de externar su opinión personal con respecto al tema, expuso recomendaciones y enumeró los puntos críticos del conflicto.
“Dicen que uno no debe meter sus narices en donde no ha sido invitado, pero en vista del aprecio y admiración que tengo por el automovilismo de tu país lo voy a hacer, creo que ningún piloto debe utilizar el chantaje o la amenza para conseguir el fin que persigue”, dijo.
“Todos los pilotos tenemos el derecho de no estar de acuerdo con X o Y norma, en este deporte todos hemos escuchado de muchísimos pilotos, la clásica frase: “si no lo hacen me retiro”, y creo que sobre el calor de la adrenalina uno justifica esa amenaza, pero sinceramente pienso que esas actitudes son antideportivas y transmiten en la afición nacional e internacional una percepción de mediocridad y poco profesionalismo”.
“Pienso que cuando plasmaron el reglamento original, todos tenían la opción de hacer su proyecto según sus capacidades (técnicas, presupuestarias y de manejo), lo anterior quiere decir que la regla fue: general, abstracta e impersonal. Cuando uno pretende modificar una regla existente se debe hacer sobre los mismos parámetros, es decir que la misma no tenga dedicatoria o que vulnere los derechos de la minoría”.
“Pretender la imposición de Pesos para justificar una victoria sobre los Valverde o cualquiera que fuese el apellido, tiene perdida su finalidad; lo que quiero decir con esto, es que el factor peso debe ser un ecualizador de los resultados para volver más emocionante la competencia, y nunca la manera para conseguir resultados arbitrarios que fomenten la mediocridad … en otras palabras que mejoren los lentos, no que empeoren los rápidos”
Sus recomendaciones para las dos partes involucradas en el conflicto son las siguientes:
“Humildemente, mi consejo para los pilotos sería: despersonalicen el problema, trabajen en hacer sus proyectos mejores; procuren que sus motores no se fundan; venzan a los ganadores en la pista, no con papeles y menos con amenazas, que no les quepa la menor duda que se les puede ganar, pero toma tiempo, dedicación y recursos … y seguro en Costa Rica hay talento para hacerlo”
“A las autoridades de la Guácima mi recomendación: siempre escuchen los requerimientos de todos; fundamenten aquello que hagan y dejen de hacer sobre parámetros existentes en otros países con más experiencia que los nuestros; no dejarse manipular por amenzas de “yo no Corro” y finalmente, que vengan a Guatemala para trabajar en equipo en el campeonato regional de Guatemala, El Salvador y Costa Rica”.