La Administración Nacional de Seguridad en el Tráfico de las Autopistas ha revelado que el número de muertos por accidentes de tráfico aumentó un 5,6 por ciento el año pasado y se elevó a 37.461 fatalidades.
A pesar de que se han reducido los accidentes mortales por somnolencia y distracciones, han aumentado los altercados por ir a más velocidad de la permitida, por no llevar cinturones de seguridad y por manejar bajo los efectos del alcohol.
En concreto, los accidentes por distracciones disminuyeron un 2,2%, no obstante, se registraron un total de 3.450. Los relacionados con somnolencia disminuyeron un 3,5% a 803 muertos. 10,497 fallecimientos por ir al volante tras haber consumido alcohol, es decir, un 1,7% más, y 10.111, un 4% más, murieron por intentar llegar antes a sus destinos. Además, 10.428 personas murieron en accidentes por no usar cinturones. Lo triste de estas últimas es que eran quizás las que se hubieran evitado de forma más sencilla.
El año pasado 5.286 motoristas dejaron su vida en las carreteras y murieron 5.987 peatones, un nueve por ciento más respecto al ejercicio anterior y la mayor cifra registrada desde 1990. Es preciso recordar que en el 94% de los accidentes graves toman gran peso las decisiones que tomen las personas al cargo del auto.
