Mazda presentó en el Salón de Ginebra un nuevo SUV, el CX-30. Situado entre el CX-3 y CX-5, la sorpresa comenzó desde su nombre, ya que se esperaba que se denominara CX-4.
Basado en el lenguaje de diseño Kodo, el modelo mide 4,4 metros de largo, 1,7 de ancho, y tiene una altura de 1,53 metros. Su distancia entre ejes es de 2,655 metros, la misma que la del CX-5 pese a ser 15 centímetros más corto.
La gama de motores del Mazda CX-30 está formada por los Skyactiv en versiones diésel y gasolina combinados con un sistema mild-hybrid, además incorporará el esperado motor de gasolina Skyactiv-X. De manera opcional ofrece la tracción total i-Activ.
Su diseño interior es muy limpio, con una pantalla central de 8,8 pulgadas, desde donde se controla el equipo multimedia con conectividad a través de Apple CarPlay y Android Auto, e incorpora de serie un equipo de sonido con una configuración de ocho altavoces.
En seguridad, el nuevo Mazda CX-30 está equipado con tecnologías como un sistema detector de fatiga con cámara que observa el estado del conductor, detector de tráfico delantero o Asistente de tráfico y crucero, más conocido como CTS.