Uno de los pick-ups japoneses más populares se renueva para el año próximo. El L200, incorpora el nuevo lenguaje de diseño de los últimos modelos de la marca, además, ofrece mejor equipamiento y un apartado tecnológico que lo hace estar a la altura de sus competidores.
Es claro que no se trata de un cambio de generación, pero las diferencias son profundas sobre aquel modelo que presentó en el año 2014. Lo primero que llama la atención es su frontal, que ahora es más agresivo con un diseño rectilíneo por sus cuatro costados, luces LED en pequeño formato y colocadas horizontalmente, que recuerda al Eclipse Cross.
En cuanto a tecnología, equipa lo último en ayudas a la conducción como frenado asistido de emergencia, control de ángulo muerto, de tráfico cruzado, control de descenso de pendientes y modos de conducción como Arena, Barro o Grava.
En el apartado mecánico no se han brindado mayores detalles, todo apunta que ofrecerá la misma gama de propulsores 250 DI-D y 300 DI-D, mejorados. La principal novedad es la nueva caja de cambios automática de 6 marchas que sustituye a la anterior de 5.