Sebastien Loeb es líder del rally de Francia, tras la disputa de la segunda etapa, con una diferencia de 29.7 segundos sobre el finés Jari-Matti Latvala (Ford), una ventaja que podría ser suficiente para conseguir la victoria mañana, y su noveno título
Sebastien Loeb es líder del rally de Francia, tras la disputa de la segunda etapa, con una diferencia de 29.7 segundos sobre el finés Jari-Matti Latvala (Ford), una ventaja que podría ser suficiente para conseguir la victoria mañana, y su noveno título.
La alegría en el seno del equipo Citroen puede ser total, porque su segundo piloto oficial, el finlandés Mikko Hirvonen es tercero, lo que le vale a la escudería para hacerse con el octavo título de constructores.
El español Dani Sordo (Mini) es quinto tras verse superado por el noruego Mads Otsberg (Ford). También ha de estar atento al belga Thierry Neuville (Citroen) que está en sexto lugar a sólo 3.9 segundos de él.
En Haguenau lo tienen todo preparado para celebrar los éxitos de Loeb y Citroen, porque es la localidad en la que se disputará el último tramo de la carrera y porque es el lugar en el que el campeón galo creció. Y si todo sigue igual, podría celebrar su noveno título, y posiblemente el último, junto a sus vecinos.
No le fue necesario emplearse a fondo hoy. Aprovechó la primera pasada por el tramo más largo del rally, Pays d’Ormont, el segundo en el orden del día, para colocar más de medio segundo de distancia con Latvala, para a partir de ahí limitarse a cumplir con los kilómetros a buen ritmo, evitando asumir demasiados riesgos.
Eso permitió al escandinavo recortar algo de diferencia para que al final del día sean 29,7 los segundos que les separan. El finés ya reconoce que sus opciones de victoria pasan solo por un fallo de Loeb o por un error mecánico de su DS3 WRC, algo que no debería suceder teniendo en cuenta que ya no compite al límite.
Por detrás, Hirvonen se ha asentado en la tercera posición. Durante la jornada llegó a estar a solo 10,8 segundos de Latvala y comentó que intentaría subir a la segunda plaza, pero desde el equipo le recordaron cuál es su objetivo: llevar el auto a meta para sumar los puntos necesarios para que Citroen sea campeón del mundial de constructores por octava vez.
Una lástima para él porque es el segundo del mundial, subcampeón en los últimos tres años, y el único que puede retrasar el éxito de Loeb, pero cuando fichó por la marca francesa este año ya sabía lo que podía suceder.
Si Citroen tiene tan fácil ser campeón de constructores se debe a que el noruego Petter Solberg, el segundo piloto oficial de Ford junto a Latvala, sufrió un accidente en el primer tramo de la jornada siendo cuarto, cuando se fue largo en una curva a izquierdas.
Terminó en un viñedo y sin visibilidad ninguna continuó acelerando hasta que cruzó la carretera por la que seguía la carrera y terminó estrellándose contra una valla. Se espera que regrese mañana a la competición, aunque ya sin opciones a nada.
Mañana se disputará la última jornada del rally francés, con un total de 310,28 km de los que 62,48 serán cronometrados y repartidos en seis especiales, la última de ellas, denominado Power Stage, y que tiene una bonificación de puntos para los mejores tiempos.
